«El ‘brexit’ ha sacado la vena racista de los ingleses»

| 12 octubre, 2016

Dos españoles, un polaco y un italiano se sinceran sobre sus miedos sobre la deriva que vive Gran Bretaña

A campaigner wearing a Vote Leave t-shirt and holding a British Union Flag also known as a Union Jack stands on a Westminster Bridge near the Houses of Parliament in London U K Wednesday June 15 2016 The Brexit battle took to London s River Thames as boats supporting the Leave and Remain campaigns jostled for space while Irish rock star Bob Geldof harangued U K Independence Party leader Nigel Farage using a sound system Photographer Luke MacGregor Bloomberg via Getty Images

A campaigner wearing a Vote Leave t-shirt and holding a British Union Flag also known as a Union Jack stands on a Westminster Bridge near the Houses of Parliament in London U K Wednesday June 15 2016 The Brexit battle took to London s River Thames as boats supporting the Leave and Remain campaigns jostled for space while Irish rock star Bob Geldof harangued U K Independence Party leader Nigel Farage using a sound system Photographer Luke MacGregor Bloomberg via Getty Images

BEGOÑA ARCE. EL PERIÓDICO.- El nombre que figura aquí no es el suyo. Es el de un conocido en Polonia, sostiene, el país dónde nació y del que salió hace cuatro años para venir a Inglaterra. Trabajador de la construcción, lleva varios meses subido a los andamios de un bloque de viviendas en reparación al oeste de Londres y prefiere “que no figuren mis datos, porque no quiero problemas”. Todos sus compañeros en la cuadrilla que está renovando las ventanas de ese edificio son del Este de Europa.

Dionizy, treintañero, casado en segundas nupcias y padre de tres hijos, pensaba hasta hace poco que su futuro estaba en Gran Bretaña. “Ahora no sé lo que pasará. No sabemos si tendremos que marcharnos cuando concluya el ‘brexit’. Y si nos quedamos, tampoco sabemos en qué condiciones”. De momento, “todo sigue como estaba”, pero se sintió muy afectado por el asesinato racista de un ciudadano polaco a finales de agosto en Harlow. “Durante la campaña del referéndum hablaron mal de los polacos y hay gente ahora que tiene miedo por primera vez”.

Este hombre cree que “los extranjeros que viven en pequeñas poblaciones son los que tienen que enfrentarse a un ambiente más hostil. En Londres no se ha notado tanto el ‘brexit’ en ese aspecto”, según explica mientras se toma una taza de té con tres cucharadas de azúcar. Él se fue de Polonia porque no se quedó sin trabajo.  “Para mí no hay nada allí”, afirma. “Mis hijos están escolarizados aquí y ya hablan inglés mejor que yo”.

Carolina Marín Pedreño: «Sentí pavor cuando oí lo de las listas de extranjeros»

ESPAÑOLA. ABOGADA

Especializada en derecho internacional de familia, desde que se colegió en el 2006 ha ejercido en Inglaterra y es socia de un despacho en Londres. Carolina representa a españoles casados con personas de otras nacionalidades que, en el momento del divorcio, tienen problemas con la tutela de los hijos. Muchos de sus casos tratan de niños sustraídos o retenidos sin autorización por uno los progenitores. “Desde el referéndum del ‘bréxit’ el número de solicitudes de madres españolas solteras que quieren volver a España se ha disparado”, nos confirma.

El ‘brexit’ ha creado “una situación de inseguridad entre esas madres, que temen no poder permanecer en Inglaterra en el futuro y verse forzadas a volver a España dejando a los niños aquí, con el otro progenitor”. La jurista considera un problema “que el gobierno británico no esté asegurando que seguirá vigente el artículo 8 de la Ley de Derechos Humanos de 1998, que garantiza el derecho a una familia”.

Cuando se enteró de que el gobierno pretendía pedir a las empresas las listas de empleados que fuesen extranjeros, “sentí pavor en un primer momento”. Casada con un británico, madre de una niña nacida en el Reino Unido y esperando otro hijo, afirma que cuando conoció el resultado del referéndum, “lloré y me sentí por primera vez que no era bienvenida en este país. Mi marido me pidió que solicitara la nacionalidad británica para estar tranquilos, pero yo me niego a hacerlo”.

Francisco Torres Soto: «Sentí que a los ingleses les salía la vena racista»

ESPAÑOL. AGENTE DE SEGUROS

Ha vivido en Londres hasta este mes, pero después de cuatro años ha hecho las maletas de vuelta. Francisco, veinteañero aún, ha aceptado una oferta de trabajo en una empresa de seguros de Barcelona. El‘brexit’ influyó en su decisión de marcharse. “Me desanimé. Siempre había visto a los ingleses como gente de trato correcto, pero ahora sentí que les salía la vena racista. Por primera vez me señalaron como ‘europeo’”. Lo que más le sorprendió y fastidió, cuenta en charla telefónica, fue la ignorancia supina de muchos votantes. “Ni siquiera sabían lo que les preguntaban. Cada uno oía lo que quería oír. Hubo gente que votó por la salida porque estaba en contra de los musulmanes”.

Él llegó como muchos con una licenciatura bajo el brazo, necesidad de perfeccionar el inglés y listo para aceptar de entrada cualquier trabajo. “Empecé como camarero en un restaurante, pero acabé en el departamento de recursos humanos. Además, he hecho un master de ésta especialidad que terminé la semana pasada”.

Reconoce que, “profesionalmente hay más perspectivas de hacer carrera en Londres pero la calidad de vida no es buena, porque sólo vives para trabajar y los precios son exorbitantes. Yo pagaba 700 euros por una habitación compartida”. Cuando llegó el jarro de agua fría del ‘brexit’, le dijo a su novia eslovaca que se fueran. Cree que, “el cambio más serio para los extranjeros llegará después del 2019”.

Massimiliano Tagliapieira: «El ‘brexit’ se lo pone difícil a los que quieran venir»

ITALIANO. GERENTE DE UN RESTAURANTE

Tiene 26 años, lleva cuatro en Londres y es todo energía, juventud y determinación. “No estoy aquí por elección, es que en Italia no tengo futuro”, comenta en el café-restaurante de Kensington a su cargo. “El ‘brexit’ fue una sorpresa para mí, porque vine aquí con la idea de que esta es una ciudad abierta, donde puede convivir gente muy diferente bajo el mismo techo”, reconoce. Ahora lo sigue pensando aunque es algo más cauteloso. Sin embargo, afirma que nunca ha visto en Inglaterra el racismo que existe en Venecia, su tierra natal, “contra los moldavos o los ucranianos por ejemplo. Allí siempre se mira a los extranjeros como un peligro”. De momento dónde más ha notado el ‘brexit’ es en la factura de provisiones y pedidos. “Este es un negocio italiano y los precios de todos los productos que importamos de Italia, la fruta, las verduras, la mozzarella, han subido de precio por la caída de la libra”.

Massimiliano no descarta, “que la economía británica vaya a sufrir con la salida de la Unión Europea”, pero no se asusta. “Por muy mal que vaya, jamás estará tan mal como en Italia”. Su porvenir, junto a su novia, también italiana, lo ve en Londres, donde “dentro de dos meses voy a comprar una vivienda”. Y sobre el futuro no cree “que el ‘brexit’ vaya a cambiar demasiado las cosas para los que ya estamos aquí, si no tocan la sanidad pública. Pero va a ser más difícil para los que quieran venir”.

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