El bloque conservador de la UE ‘cierra’ la puerta ante una posible llegada masiva de refugiados afganos

| 31 agosto, 2021

20Minutos.- La Unión Europea vuelve a vivir en una escenario parecido al de 2015 con la llegada de refugiados sirios. Ahora la cruda crisis humanitaria en Afganistán ha activado a los Estados miembros, que quieren evitar «nuevas oleadas». De nuevo, uno de los puntos de fricción es el hecho de que no hay consenso entre los 27. Los ministros de Interior y de Justicia prevén aprobar este martes un acuerdo de mínimos basado, sobre todo, en dar apoyo a los países fronterizos para que sean ellos los que reciban a la mayor parte.

Esa línea de otorgar ayuda a terceros países es la que marca también la Comisión Europea. El vicepresidente de la Comisión Margaritis Schinas, pidió «movilizar recursos» ante la crisis en Afganistán. Hay que recordar, de hecho, que la competencia sobre política exterior recae en los Estados miembros, por lo que el Ejecutivo comunitario tiene poco margen de maniobra. “Eso quiere decir que tenemos que trabajar con los países vecinos de Afganistán, movilizar recursos, conocimiento, minimizar la posibilidad de que los traficantes produzcan un gran movimiento hacia nuestras fronteras exteriores”, comentó. En opinión de Schinas, la crisis en Afganistán puede suponer un “momento definitorio para la UE”.

La Comisión repite que no quiere que se vuelvan a dar «los errores» de 2015 y por eso el enfoque es ese: hay cierto acuerdo en cuanto a la perspectiva externa, pero no tanto en lo que se refiere a la interna. En el bloque del «no» a los refugiados, Austria -que fue uno de los Estados miembros que más refugiados acogió hace seis años- y Polonia llevan la voz cantante. A ellos se suman otros países como Hungría, República Checa o Dinamarca.

Por su parte, la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, pidió igualmente un “enfoque integral hacia Afganistán“. La idea es que se pueda alcanzar una posición común todo lo amplia posible, a pesar de las claras discrepancias. “Tenemos que evitar una crisis humanitaria, una crisis migratoria y amenazas a la seguridad. Tenemos que actuar ahora y no esperar a que tengamos grandes flujos de gente en nuestras fronteras o a que organizaciones terroristas sean más fuertes”, enfatizó. Además, instó a actuar con celeridad y a no esperar a tener «a la gente en nuestras fronteras exteriores».

España, en cambio, sí está dispuesta a liderar al bloque proacogida, como dejó claro Pedro Sánchez hace días durante una comparecencia. Tradicionalmente los países del sur son los más proclives a recibir refugiados, pero no quieren ‘cargar’ con las mayores cifras, pues son los países fronterizos. Algunos Estados miembros, además, cuentan con un componente electoralista a la hora de abordar el debate. Alemania celebra comicios federales en septiembre y el tema será sin ninguna duda parte de la campaña. Merkel, de hecho, ha dejado clara su posición: «Nuestra posición es dar al mayor número posible de personas, si salen del país, la oportunidad de recibir atención humanitaria allí, cerca de su patria».

Es más, la candidata de los Verdes, Annalena Baerbock aseguró que la UE «tiene que prepararse» para la llegada de refugiados y para rehacer el sistema de cuotas que no funcionó hace seis años. Los Verdes se han posicionado tradicionalmente a favor de acoger refugiados, pero queda la duda de qué hará la CDU: ya sin Merkel parece improbable que los democristianos vuelvan a apostar por la calificada política «de puertas abiertas».

Pasa algo similar en Francia, que celebra elecciones presidenciales en 2022. Emmanuel Macron y Marine Le Pen serán quienes, con casi toda seguridad, se verán las caras en la segunda vuelta. Y lo hacen en un escenario algo especial: Macron parece haber endurecido su discurso, pero todavía no ha tenido que desenvolverse en una situación delicada como esta, mientras Le Pen basa buena parte de su discurso en la antiinmigración y en el control de fronteras.

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