El club francés asegura que modificará la tribuna de los radicales para reforzar la seguridad del estadio Armand-Cesari
EL CORREO.- El Bastia anunció este martes, «como medida cautelar», el cierre de la grada de sus ultras, desde donde los aficionados saltaron el domingo al terreno de juego para agredir a los jugadores del Olympique de Lyon, lo que provocó la suspensión del partido de la liga francesa. Además, el club presentó una denuncia y prometió que prohibirá la entrada al estadio «a todas las personas que hayan participado en los incidentes y que sean identificados.» El Bastia añadió que modificará la tribuna Est Jojo-Petrignani «para maximizar la seguridad del estadio Armand-Cesari».
El Bastia condenó firmemente los acontecimientos que causaron la interrupción en el descanso del encuentro de la 33ª jornada de la liga francesa. El equipo y «la gran mayoría de los aficionados rechazan ser tomados como rehenes por una minoría de personas», señaló el club.
El Bastia se presentará el jueves ante la Comisión de Disciplina de la Liga Profesional de Fútbol (LFP), que se encargará de pronunciarse sobre los hechos, por lo que las medidas anunciadas este martes se interpretan como un intento del club corso de demostrar ante las autoridades que se toma seriamente el asunto de la seguridad en su estadio, tras varios incidentes ocurridos esta misma temporada.
La presidenta de la LFP, Nathalie Boy, aseguró el mismo domingo que «existe un gran problema de seguridad en el Bastia» añadiendo que el club «da una imagen horrible del fútbol francés». Las duras palabras estaban a la altura de las imágenes «nunca vistas en la Ligue 1» el domingo en el estadio Armand-Cesari de Furiani, donde hinchas del equipo local saltaron al césped durante el calentamiento de los equipos para agredir a jugadores del Lyon. Dos de ellos, el portero Anthony Lopes y Mathieu Gorgelin, presentaron denuncia por violencia en recinto deportivo y el director de seguridad del Bastia, Anthony Agostini, anunció otra demanda por «calumnias» contra el presidente del Lyon, Jean Michel Aulas, que le acusó de haber golpeado al guardameta visitante. El encuentro comenzó con casi una hora de retraso y fue suspendido definitivamente en el descanso, tras el altercado en el que se vio involucrado Lopes.
Ahora habrá que esperar si las medidas anunciadas por el Bastia suponen que la LFP sea más clemente con el club corso, aunque el precedente del Metz no va en este camino. Tras el lanzamiento de petardos desde la grada curiosamente también contra Lopes, que supuso la suspensión del encuentro disputado en diciembre, el Metz fue sancionado con ocho partidos a puerta cerrada, la disputa otra vez del partido suspendido y la retirada de dos puntos en la clasificación, pese a que antes había decidido el cierre de motu propio de la grada desde la que se lanzaron los petardos. Dos meses más tarde, la sanción fue reducida a tres puntos en suspenso, pero el Metz, a diferencia del Bastia, no tenía precedentes.
El club corso ha sufrido esta misma temporada varios altercados en su estadio: en la primera jornada el brasileño del PSG Lucas Moura fue golpeado por una bandera, contra el Marsella se lanzaron bengalas en diciembre y en enero el italiano Mario Balotelli sufrió los gritos racistas desde la grada ultra.