El Gobierno de Zaragoza ha acordado poner en conocimiento de la Fiscalía el uso «con reiteración» de las instalaciones del cámping municipal por parte de grupos neonazis y de extrema derecha para actos de exaltación fascista en los que se podrían haber cometido delitos de odio. La PAZ aplaude la decisión del Ayuntamiento y acusa a la dirección del camping de “complicidad” con los neonazis
ARAINFO.- En rueda de prensa celebrada este viernes, el portavoz del equipo de gobierno municipal, Fernando Rivarés, ha informado de que en el Consistorio tienen constancia de que estos actos se venían produciendo desde hace tiempo con una periodicidad de “al menos dos veces al año”, si bien del único acto del que tienen pruebas fotográficas, y a las que ha tenido acceso AraInfo, es de uno celebrado el pasado 5 de diciembre.
Sobre estos actos, Rivarés ha subrayado que se caracterizaban por “la exhibición de banderas, esvásticas, por la negación del holocausto, la incitación al odio o por presumir de Hitler como modelo”.
Algunas de las fotografías de estos actos (que se pueden ver al final de la noticia), como la que ha mostrado Rivarés en la que aparecía una cruz gamada, están colgadas en páginas web europeas y ha sido precisamente la aparición de estas pruebas lo que ha motivado al Ayuntamiento a recurrir a la Fiscalía, pues ha asegurado que ya conocían estos hechos y que llevaban tiempo buscando documentos que los probaran.
Asimismo, ha señalado que también han hablado con la empresa concesionaria del cámping, la sociedad municipal Zaragoza Arroba, a la que han reclamado un informe sobre los hechos. Sin embargo, ha informado de que no hay delito ni por parte del Consistorio ni por parte de la sociedad, porque “en principio” ninguno de los dos puede impedir estas reuniones, motivo por el que recurren a la Fiscalía, sino por parte de los organizadores y de los que hubieran cometido dichos delitos de odio.
Rivarés se ha basado en el artículo 510 del Código Penal, que prevé penas de entre uno y cuatro años de prisión, además de multas económicas, por delitos que incluyan odio, discriminación por razón de grupo social o socavamiento de la dignidad de las personas, para pedir una actuación de la justicia. Del mismo modo, ha citado una sentencia del Tribunal Supremo de 2011, que condena a siete personas por un acto similar en una discoteca de la localidad madrileña de Talamanca del Jarama.
Rivarés ha declarado que entre las personas que figuran entre los que han reservado las instalaciones para estos actos “hay ciudadanos locales y otros que no lo son”. Por último, el portavoz municipal ha dejado claro que el Ayuntamiento de Zaragoza “no va a consentir ningún acto de ideología nenoazi, ni de incitación al odio”.
La PAZ aplaude la decisión del Ayuntamiento
Ante la aprobación por parte del Gobierno de Zaragoza de poner en conocimiento de la Fiscalía la celebración de concierto nazis en el camping municipal, la Plataforma Antifaixista de Zaragoza (PAZ) ha aplaudido la decisión y se suma al rechazo de cualquier actividad “que suponga un enaltecimiento del holocausto y del nazismo”. Desde la Plataforma recuerdan que ya denunciaron públicamente el caso en julio del año pasado, pidiendo una investigación que “finalmente ha dado sus frutos”.
Asimismo, afirman que “no es ni la única ni la primera actividad que realizan los grupos fascistas en la ciudad, aunque esta vez lo han hecho en un recinto municipal, y por tanto nuestro rechazo es todavía mayor”.
Los nazis fotografiados tienen una tienda en Zaragoza y son portavoces del Hogar Social
La Plataforma Antifaixista de Zaragoza también asegura que en las pruebas fotográficas que presentará el Ayuntamiento a la Fiscalía sobre los conciertos nazis en el camping, aparecen los responsables del Hogar Social de Las Fuentes y de una tienda situada en el centro comercial El Caracol, llamada Estilo Rebelde. Además, afirman que se han visto involucrados en varios incidentes durante el 2015 y que entre ellos está el responsable de la asociación Hispania Verde, Javier Royo, y militante del MSR junto a su pareja sentimental.
Según la PAZ, Javier Royo “también estaba presente en el concierto nazi celebrado en febrero del 2015 en el Hogar Social de Las Fuentes y por el cual todavía permanecen a espera de juicio diez jóvenes que acudieron a protestar”. Y añaden: “su pareja regenta una tienda de ropa y artículos varios, relacionados con la ultraderecha, en el centro comercial El Caracol”. “Ambos -continúa la PAZ- han representado al Hogar Social neonazi de Las Fuentes en varios artículos, entrevistas y charlas, y han estado realizando campaña electoral para el MSR en la ciudad de Zaragoza”. Y “eso sin contar con sus antecedentes”, ya que, recuerda la PAZ, “Javier Royo fue condenado en un caso sobre la paliza a un vagabundo de Madrid que quedó inválido para toda su vida”.
“Las pruebas de la realización de estos eventos no han sido facilitadas por la gerencia del camping, sino gracias a varios militantes antifascistas que recabaron las pruebas para la PAZ que ahora podemos mostrar”, y las cuales pusieron en conocimiento del Ayuntamiento de Zaragoza, subrayan. En cuanto a la Gerencia del camping, afirman que “han sido siempre conscientes de los hechos, pero hasta que no ha salido a la luz no han hecho nada, pese a las advertencias de la propia plataforma y del Ayuntamiento de Zaragoza”. Acusan a la dirección del camping de “complicidad” con los neonazis, ya que “un día después de serles comunicados los hechos mostrándoles las fotos, los nazis las borraron de las redes sociales y convirtieron sus perfiles de público a privado para evitar que se obtuviesen más pruebas”.
La Plataforma Antifaixista de Zaragoza está formada por activistas a título particular y organizaciones sociales, sindicales, políticas y vecinales, las cuales exigen que la dirección del camping “de las oportunas explicaciones en público”.
El Camping de Zaragoza responde
Por su parte el Camping ha hecho público un comunicado donde afirma: “Nosotros no podemos excluir a clientes por el hecho de sospechar su ideología filonazi. El derecho de admisión es en la práctica inaplicable. Otra cosa diferente se relaciona con el comportamiento concreto de los clientes”.
Asimismo aseguran que “este grupo estaba advertido de que no se podían expresar públicamente contenidos como los observados en las redes y que hemos podido comprobar por las fotos” para sostener que “siendo así, parece una provocación que ha logrado su objetivo: llamar la atención sobre su ideología extremista”.
En este sentido, desde el Camping aseguran que “tras confirmar que los símbolos que se fotografiaron, se expusieron en la carpa del Camping de Zaragoza, a este grupo se les comunicó inmediatamente que no se les volvería a alquilar ningún espacio de reunión”.
Desde el Camping argumentan que “como prevención”, la Policía es avisada de la presencia de cualquier grupo, que “con su conducta pudiera representar cualquier tipo de alteración del orden público”. “Asimismo -añade el comunicado-, es preciso aclarar que los cuerpos de seguridad del estado, estuvieron informados de su presencia, desplegando un dispositivo de vigilancia desde las 9.00 de la mañana del día 4 de diciembre hasta las 14.00 horas del 5 de diciembre, momento en que los alojados, abandonaron las instalaciones”.
En el texto, el Camping de Zaragoza expone: “Es nuestra obligación comunicar cualquier tipo de agrupamiento de personas dentro del camping que pudieran significar cualquier incidencia de dudosa legalidad, además de enviar diariamente el listado de todos nuestros clientes alojados a las autoridades pertinentes. En este caso en particular se trataba de una treintena de personas que no se registraron colectivamente si no de forma individual”.
En su comunicado añaden: “Quienes gestionan esta empresa entienden perfectamente la sensibilidad de cualquier persona hacia estas conductas de extremismo político y condenan cualquier tipo de enaltecimiento de la violencia o de delitos de odio”, pero, a su juicio, “no es lo mismo poseer una opinión democrática, que en el caso de los gestores del camping se remonta hasta los tristes años de la dictadura, que gestionar en democracia una empresa de alojamientos, negándoselos a los que piensan como aquellos que ayer nos alojaban en sus cárceles”. “Es necesario comprender la dificultad que entraña conciliar, como en este caso, sentimientos políticos con la gestión de una empresa. Simplemente nos vemos obligados a cumplir la ley”, apostillan.
Por último, expresan que “en cualquier caso, los gestores del Camping estamos y estaremos de acuerdo en solucionar este tipo problemas en sintonía con el Ayuntamiento de Zaragoza”.