El protocolo que beneficia a todas las personas que trabajan en el consistorio o en sus organismos autónomos y que quieran manifestar una identidad de género distinta de la asignada al nacer
EFE.- El Ayuntamiento de Madrid ha impulsado un protocolo que permitirá a sus empleados municipales cambiar de nombre para adaptarlo a su identidad de género en un plazo máximo de tres meses, una medida con la que se pretenden proteger los derechos de expresión de género e identidad.
La alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, ha firmado este miércoles con los sindicatos municipales el protocolo que beneficiará a todas las personas que trabajan en el Ayuntamiento de Madrid o en sus organismos autónomos y que quieran manifestar una identidad de género distinta de la asignada al nacer.
La delegada de Políticas de Género y Diversidad, Celia Mayer, ha explicado a los periodistas que ya hay administraciones que tienen protocolos similares, como por ejemplo la Universidad de Alicante.
A partir de ahora, los empleados que lo soliciten podrán tener toda la documentación cambiada en un plazo de tres meses, mientras que hasta ahora tenían que esperar a su modificación en el registro civil.
Una situación que vivió como funcionaria municipal la actual presidenta de Cogam, Carmen García de Merlo, que este miércoles ha acompañado a la alcaldesa y a los representantes sindicales y que fue quien planteó a los concejales de Ahora Madrid la necesidad de impulsar estas medidas.
«Mi caso era que yo llamaba por teléfono y en el indicador de llamadas ponía un nombre y yo me identificaba de otra manera. Mi caso era que yo escribía un correo, firmaba como Carmen y en el correo figuraba como que lo mandaba otra persona. Tenía que estar presentándome y no tenía ningún tipo de intimidad», ha relatado a los periodistas.
Ahora, en lugar de esperar aproximadamente dos años a poder cambiar de nombre en el trabajo, los empleados interesados deberán dirigir su solicitud a la Dirección General de Relaciones Laborales, que tendrá que dar respuesta en un plazo de diez días laborables, aunque el tiempo para hacer efectivo el cambio de nombre en las tarjetas de identificación, bases de datos y otros documentos es de tres meses.
«Los plazos en cualquier situación administrativa pueden ser determinantes, porque pueden entorpecer la vida o facilitarla y en este caso la van a facilitar», ha comentado Eloy Cuéllar, gerente de la ciudad.
Con este protocolo, se ofrece la posibilidad de usar un nombre acorde con el género con el que los empleados se identifican, en especial en aquellos documentos y procedimientos de exposición pública como la tarjeta corporativa o el correo electrónico.
No obstante, en los documentos oficiales, que han de surtir efecto frente a terceros, se mantendrán, hasta que legalmente proceda, los datos de identidad registrales a efectos oficiales.
El protocolo recoge que la persona que así lo desee contará con asesoramiento y acompañamiento laboral, si así lo decide, y que un equipo del Área de Políticas de Género y Diversidad brindará apoyo laboral durante todo el proceso.
El Ayuntamiento de Madrid y sus organismos autónomos pueden rechazar aquellos nombres que consideren ofensivos o que sean contrarios a la dignidad, atendiendo al artículo 51 de la Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil.
Tanto la alcaldesa de Madrid como la delegada del Área de Políticas de Género y Diversidad, Celia Mayer, han subrayado que era «imprescindible hacer este protocolo» y en la misma línea la portavoz socialista, Purificación Causapié, ha considerado «un día histórico» el de hoy porque se avanza en el derecho de las personas, y ha abogado porque estas medidas se trasladen al resto de administraciones y empresas.