El Español/Sara de Diego. – En un vídeo, al que tuvo acceso ‘The Washington Post’, este ultraderechista aparece en un campo de tiro profiriendo insultos a personas negras y judías.
El presunto autor de la filtración de documentos clasificados por la Inteligencia de Estados Unidos es un joven ultraderechista antisemita y racista, muy religioso y amante de las armas que trabajó en una base militar, aunque se desconoce, por ahora, si es miembro del Ejército.
El autor tiene entre 20 y 25 años y durante meses envió a varios amigos y miembros de un grupo privado del servicio de mensajería Discord decenas de documentos clasificados del Pentágono, primero reproducidos a mano y después mediante fotografías. Varios de estos miembros le describen casi como a una figura paterna o como a un tío por la relación que entabló con todos ellos.
Según informa The Washington Post, el grupo en el que se compartieron estos documentos se creó durante la pandemia de la Covid en la red de mensajería más popular entre los jóvenes amantes de los videojuegos. El diario estadounidense ha contactado con uno de esos miembros, que ha confirmado la identidad del autor de la filtración. En ese chat había más de 20 personas, la mayoría hombres jóvenes con ideología de ultraderecha, religiosa y afín a las armas.
El presunto autor, el mayor del grupo, habría estado explicando durante meses a los otros miembros el significado de la jerga militar que aparece en los documentos del Pentágono y llegó, incluso, a jactarse de estar revelando cosas que «el Gobierno no quiere se sepan».
Insultos racistas y antisemitas
El miembro contactado por The Washington Post confirma que el autor de la filtración no envió nada por error y que sabía muy bien lo que estaba haciendo y ha revelado que colaborará con los Servicios de Inteligencia estadounidense, ya que conoce no sólo su identidad, también su ubicación.
The Washington Post ha accedido a vídeo enviados al grupo por el supuesto autor de las filtraciones en el que se encuentra en un campo de tiro profiriendo insultos racistas y antisemitas antes de disparar al objetivo.
En una ocasión, ha revelado la fuente, el presunto autor llegó a enfadarse con los demás miembros del grupo, ya que había pasado «una hora cada día escribiendo estos mensajes tan largos en los que a menudo hacía anotaciones y explicaciones de cosas que nosotros los ciudadanos normales no entenderíamos», enfadándose por la aparente falta de interés de los más jóvenes, amenazando con dejar de enviar las filtraciones.
La principal norma que el presunto autor de las filtraciones impuso sobre sus compañeros era no publicar los documentos en ningún sitio, según detalla la fuente consultada por el periódico, que añade que en el grupo había personas de fuera de Estados Unidos, entre otros países de Rusia y Ucrania.
Según The Washington Post, el 28 de febrero salió del grupo la primera tanda de documentos compartidos por algunos de los usuarios -se desconoce quién es la fuente- en otro chat de la red de mensajería que utilizaban, y de ahí a cada vez más grupos, aunque los Servicios de Inteligencia no reportaran constancia de estas filtraciones hasta un mes después.
«Será asesinado o enviado a Guantánamo»
A mediados de marzo, el presunto autor de las filtraciones dejó de publicar documentos, y un día antes de que el primer medio estadounidense informara de la presunta filtración, escribió en el grupo en un estado «frenético», asegurando que «algo había pasado y pedía a Dios que esto no ocurriera».
Después de que el caso saltase a los medios, los miembros del grupo saltaron a otro servidor para continuar sus conversaciones, en las que el presunto autor de las filtraciones confesó sentirse «confuso y perdido sobre qué hacer a continuación».
Finalmente, pidió al resto de miembros del grupo que borrasen todos los documentos y todos los mensajes y desapareció, algo que según la fuente consultada por The Washington Post, «se sintió como perder a un miembro de la familia, todos lloramos».
Además, ha afirmado que cree que, cuando los Servicios de Inteligencia den con el presunto autor de las filtraciones -algo que da por hecho que ocurrirá-, no tendrá un juicio justo y será enviado en su lugar a «Guantánamo o a algún lugar oscuro», e incluso ha añadido que quizá será «asesinado».