ABC.- Natural de Chicago (Illinois, Estados Unidos). 71 años de edad. Casero de una familia musulmana de origen palestino, conformada por un matrimonio de aproximadamente 30 años y su hijo, que acababa de cumplir 6, al que decidió acribillar a puñaladas el pasado sábado. Así es Joseph M. Czuba, el asesino del pequeño Wadea Al-Fayoume. Una de las más de 4.000 víctimas de la guerra entre Israel y Hamás. No conforme con arrebatarle la vida al pequeño, Czuba intentó hacer lo mismo con la de su madre, a la que también hirió y actualmente se encuentra ingresada de gravedad.
El crimen tuvo lugar en la planta baja de la vivienda que el pequeño compartía con sus padres, Oday Al-Fayoume y Hanaan Shahin, en la localidad de Plainfield (Condado de Will), al suroeste de Chicago. Era sábado por la mañana cuando la policía halló los cuerpos de ambas víctimas -aún con vida- tirados en el suelo del dormitorio principal. A Czuba le encontraron sentando en el porche de la casa con un corte en la frente.
«Todo sucedió en segundos», relató la mujer. Al parecer, el sospechoso había entrado en la casa, que alquilaba a la pareja, e intentó primero estrangular a la madre del niño. Ella pudo escapar y corrió para encerrarse en el baño, donde llamó al 911 (el número de emergencias de EE.UU.). Rato que el sospechoso aprovechó para localizar al menor y asestarle un total de 26 puñaladas al grito de «¡Vosotros, los musulmanes, debéis morir!» tal y como relató al madre al padre del niño. Ella, por su parte, también recibió media docena de puñaladas. El arma empleada fue un cuchillo de tipo militar. Fue trasladada junto con el pequeño al hospital, donde actualmente permanece ingresada de gravedad, pero estable. El niño murió al poco de ser trasladado.
Czuba está acusado de asesinato en primer grado, intento de asesinato en primer grado y acusado de delitos de odio con agravante de arma mortal. Según la Oficina del Sheriff, se mostró frio en todo momento y no hizo declaración alguna acerca de su participación en lo que calificaron como «atroz ataque».
La Organización Musulmana de Libertades Civiles de Chicago (CAIR) aseguró que el crimen forma parte del aumento de delitos de odio que vienen sucediéndose desde el estallido de la violencia en Oriente Medio desde hace más de una semana. En palabras del director del CAIR , Ahmed Rehab, el pequeño «pagó el precio de la atmósfera de odio y deshumanización que estamos viviendo en Estados Unidos como resultado de las declaraciones sesfadas que estamos viendo en los medios». Acto seguido, advirtió: «No cometamos em mismo error que cometimos tras los ataques terroristas del 11 de septiembre».
El presunto asesino ha sido trasladado al Centro de Detención de Adultos del Condado de Will a la espera de juicio. Se desconoce si tiene abogado.
