El arte de la hipocresía y la islamofobia en la UE

| 9 octubre, 2015

Quieren, como Pilatos, lavarse las manos y presentarse ante el mundo como defensores de los derechos humanos

ÁNGEL ÁLVAREZ  HERNÁNDEZ. WEBISLAM.- Una nueva ola de hipocresía y cinismo recorre Europa como un tsunami, y sus políticos, poco afectos al dolor ajeno y adictos a los intereses de las grandes empresas internacionales, se han colocado un manto de luto para aparentar que les importa el sufrimiento de los refugiados sirios, el drama de la guerra y la islamofobia.

Estos políticos, acostumbrados a realizar discursos huecos y de contenido barroco, que se quedan varados en el vacío, quieren, como Pilatos, lavarse las manos y presentarse ante el mundo como defensores de los derechos humanos. Junto a la pintura, la escultura o la arquitectura, parecen querer elevar el cinismo y la hipocresía a la categoría de arte.

La Comisión Europea pidió a los 28 países que forman la Unión Europea que castigaran el delito de odio y la islamofobia, después de que miles de refugiados acudieran a las puertas de Europa huyendo de la guerra y el terror generados por grupos de asesinos como el mal llamado Estado Islámico.

La Comisaria Europea de Justicia, Vera Jourová, dijo que los países de la Unión Europea (UE) no siempre aplican la legislación comunitaria en la materia y que «se necesitan penas y sentencias adecuadas para los delitos de odio».

Según datos del Eurobarómetro, menos de la mitad de los encuestados, (el 43%), aprobaría que su hijo iniciara una relación con una persona musulmana. El 50% considera que la discriminación por motivos de religión está muy difundida (en 2012 era del 39%), y el 33% cree que la utilización del pañuelo islámico por parte de mujeres musulmanas obstaculiza que encuentren un puesto de trabajo (en 2.012 esta cifra era del 23%). Sólo un 61% aceptaría de buen grado trabajar con una persona musulmana.

El 18 de julio de 1.936, Inglaterra se opuso a que Francia vendiera armas a la República Española para combatir el golpe de estado fascista del General Franco. La consecuencia fue que la República tuvo que buscar la ayuda en la Unión Soviética. En esta ocasión, el apoyo a grupos terroristas por parte de países del Golfo Pérsico, con la complicidad de Occidente, ha provocado que el Gobierno Sirio tenga el apoyo de una buena parte de la población, y que haya caído en brazos de Rusia, (quien, como la antigua Unión Soviética, tampoco es un ejemplo de Democracia y Derechos Humanos).

En los años 30 del siglo pasado, Europa no movió un dedo contra las políticas antisemitas de la Alemania Nazi, (no se produjeron condenas internacionales ni embargos), y ahora se siguen repitiendo errores. En esta ocasión la comunidad musulmana que vive en Europa no se siente protegida y empieza a vivir anónimamente ocultando sus rasgos diferenciadores.  Nadie quiere que sus compañeros de trabajo le identifiquen con grupos terroristas o que a los ojos de sus vecinos aparezca su familia como “muy religiosa”.

Los cristianos, musulmanes y otras minorías religiosas que viven en Iraq o en Siria, huyen de las zonas ocupadas por grupos terroristas, provocando avalanchas de refugiados, que son explotados por las redes mafiosas que trafican con ellos.

La Unión Europea ha fracasado en Siria e Iraq, donde solo queda un baño de sangre cotidiano, y en Europa, donde la islamofobia es cada día mas fuerte.

Fadi Rabbat, líder ortodoxo originario del Líbano durante el Primer Encuentro de Cristianos Perseguidos, manifestó literalmente, que “Es una vergüenza la indiferencia de la comunidad internacional ante la tragedia de los cristianos perseguidos en países como Irak y Siria”.

Desde los medios de comunicación no se ha dejado de llamar yihaistas a lo que son únicamente terroristas, y se confunde el termino islamista con grupos criminales que no representan al islam. Se ha presentado a Boko Haram o al mal llamado Estado Islámico como corrientes radicales o extremistas del islam cuando, desde las instituciones más respetadas del islam, se ha reiterado que se trata de grupos desviados de fanáticos que se han situado fuera de la comunidad musulmana por sus crímenes.

Los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad en la islamofobia que recorre Europa, pero sus políticos tienen una responsabilidad aún mayor porque no han creado ni aplicado normas que castiguen la islamofobia y la manipulación del islam.

¿Cómo es posible que se permita en Alemania que grupos islamofobos, como PEGIDA, reúnan a 20.000 manifestantes en Dresden y presenten a la comunidad islámica como un peligro y a sus miembros como invasores religiosos?. En los años 30, en la Alemania nazi, se presentó a la comunidad judía como un cuerpo ajeno al resto de la población y como causante del paro, la miseria y la crisis financiera. Alemania está repitiendo el mismo error delante de sus ojos y no lo quiere ver. El judío perseguido de los años 30 y 40 del siglo pasado ha sido sustituido por el musulmán inmigrante o nacional.

En Francia se intenta forzar a los niños musulmanes a comer cerdo en las escuelas incluyendo la carne de este animal en el menú y se pretende decir que esto no es islamofobia y que los padres deben aceptarlo porque la escuela es un lugar laico ajeno al fenómeno religioso, lo que equivale a decir que en la escuela no se respetan las creencias religiosas de cientos de miles de niños y padres musulmanes en nombre de una mal entendida laicidad.

En la República Checa el profesor de Zoología Martin Konvicky, reunió 145.000 firmas contra los inmigrantes musulmanes y sugirió la creación de un «Bloque contra el Islam».

El escritor norteamericano Bruce Bawer, apelando a la libertad pública, se permite presentar sus libros en Europa, haciendo una “llamada la atención sobre la intolerancia del Islam, que se está permitiendo por quienes debieran ser los defensores de la tolerancia y del resto de valores asociados a la libertad”.

Estos ejemplos deberían ser suficientes para comprender hasta qué extremo se está persiguiendo y marginando a la población musulmana de Europa y lo inútiles que han sido los discursos de los líderes europeos. Podríamos preguntarnos dónde estaban estos políticos europeos cuando, desde los medios de comunicación más importantes de Europa, se identificaban y se identifican términos como islamismo o yihadismo, con actos terroristas cometidos por grupos de fanáticos y mercenarios. ¿Cómo es posible que grupos criminales como Boko Haram o el mal llamado Estado Islámico, se presenten ante la opinión pública como una expresión del extremismo islámico, cuando en realidad sus crímenes les han situado fuera del islam?.

En Medio Oriente y África los musulmanes son víctimas de grupos terroristas, y en Europa lo son de la islamofobia, mientras los políticos hacen discursos que no valen para nada y los medios de comunicación editan una gran cantidad de artículos que podrían ser calificados de infames y que contaminan a toda la población creando una corriente de opinión contraria al islam y a los musulmanes.

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