Así lo ha revelado el fiscal de París, François Molins.
Se descartaría así que falleciese tras golpearse en la cabeza con un bolardo.
De confirmarse, al principal sospechoso, el español Esteban M., se le podría imputar un delito de homicidio voluntario.
EFE.- El antifascista francés Clément Méric murió por los puñetazos que recibió en la cabeza, y no por golpearse esa zona tras una caída. Así lo ha apuntado el fiscal de París, François Molins, al dar a conocer los resultados preliminares de la autopsia realizada al cadáver de Méric, que murió el pasado jueves tras ser agredido por un grupo de skins entre los que estaba un español, Esteban M., sospechoso de haber propinado el golpe mortal al joven, y que ahora podría ser acusado de homicidio voluntario, según recoge Le Monde.
De confirmarse lo dicho por el fiscal parisino, se descartaría que Meric, estudiante de Ciencias Políticas y militante de la extrema izquierda, y que estuvo en estado de muerte cerebral desde el pasado miércoles, se hubiese golpeado en la cabeza con un bolardo tras caerse por uno de los golpes que recibió de sus agresores, lo que desembocó en un traumatismo craneal y hemorragia cerebral.
Molins destacó los «múltiples golpes» que fueron propinados al joven antifascista, e insistió en que no fue un hematoma lo que provocó este final trágico.
Méric y sus amigos estaban este miércoles en una venta privada organizada en un piso y coincidieron en ese mismo local con el grupo de agresores, a los que al parecer provocaron con un «los nazis vienen a comprar».
La disputa verbal entre unos y otros no tardó en encenderse y en hacer que fueran desalojados y que continuaran la pelea en la calle, donde los cabezas rapadas, según esos datos, habrían pedido refuerzos.
Más allá del golpe mortal, tal y como relató el fiscal, los testigos han relatado una escena de violencia con intercambio de golpes entre ambas partes, en los que se sospecha que se recurrió al uso de un puño americano.
«La víctima, si se me permite la expresión, estaba mucho menos cachas», dijo el fiscal sobre Méric, y subrayó que se ha pedido la detención provisional de cuatro de los agresores, y la libertad bajo control judicial para la quinta persona detenida, una chica que trabajaba como empleada en un crematorio.
Declaran ante el juez
Los cinco detenidos, de entre 19 y 32 años, sospechosos de haber participado en la pelea en la que murió Clément Méric serán presentados este sábado ante el juez tras haber sido interrogados por la policía. El magistrado decidirá si los imputa delitos o si los pone en libertad.
Esteban M., que trabajaba como agente de seguridad y tenía antecedentes policiales por posesión de armas, reconoció su implicación en los hechos, aunque negó que tuviera la intención de matar al estudiante de Ciencias Políticas y miembro de un sindicato izquierdista y de una asociación antifascista.
El principal sospechoso, un cabeza rapada nacido en la localidad española de Cádiz pero con nacionalidad francesa, vivía en un piso de Saint Ouen junto a su pareja, una chica identificada como Katia V. que también figura entre los detenidos.
El caso ha provocado una gran conmoción en Francia, donde el ministro del Interior, Manuel Valls, aseguró que estudia la forma de disolver los grupos de extrema derecha que preconizan la violencia.
En Toulouse, en el sur del país, las autoridades prohibieron una manifestación convocada por el grupo Juventudes Nacionalistas Revolucionarias, del que es próximo el presunto agresor de Méric.
Diversas formaciones de extrema izquierda han convocado para este sábado manifestaciones en París en recuerdo del fallecido.
Los hechos tuvieron lugar el pasado miércoles en una zona comercial del centro de París, próxima a la estación de Saint-Lazare, cuando se produjo un altercado entre militantes de grupos extremistas.
