RTVE.- El odio político y los mensajes incívicos dominan el 70% de los comentarios de los medios digitales y redes sociales en España. El 63% de las publicaciones que extienden el discurso de odio en Internet están dirigidas a colectivos vulnerables (mujeres, inmigrantes, comunidad LGTBI+). Estas son las principales conclusiones que arroja el proyecto ‘Hatemedia’ de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) tras los resultados del Monitor de Odio, una herramienta diseñada para identificar y categorizar mensajes de odio según tipo e intensidad.
En VerificaRTVE ya te hemos explicado el concepto de la desinformación de género, un fenómeno que consiste en la difusión de falsedades contra mujeres por el hecho de serlo con el objetivo de denigrarlas e invisibilizarlas utilizando métodos como la hipersexualización. También te hemos hablado de cómo los desinformadores se suman a la actualidad para extender el discurso de odio racista. Un caso muy representativo lo vivimos en España el pasado verano cuando circularon bulos acerca de la nacionalidad y la edad del autor del asesinato a un niño en Mocejón (Toledo). En redes sociales también detectamos falsedades dirigidas a la comunidad LGTBIQ+ que recopilamos en este glosario con motivo del Orgullo 2024. Con el objetivo de detectar estos discursos de odio en redes, el equipo de trabajo de ‘Hatemedia’ formado por expertos en Lingüística, Ingeniería informática y Ciencias Sociales y Comunicación ha elaborado una librería de expresiones de odio conformada por más de 7.000 términos simples y compuestos asociados a expresiones de odio.
Monitor de Odio: identificación, categorización y prevención
Los tres algoritmos de la herramienta diseñada por el proyecto ‘Hatemedia’ permiten no solo identificar mensajes con odio, sino también categorizarlos, según tipo e intensidad. Para entrenarlos, se recolectaron durante el mes de enero de 2021 un total de 1.100.742 mensajes asociados a medios informativos digitales en España, tomados de X y páginas web de los medios informativos digitales. Tras su análisis, clasifican hasta cinco tipos de odio: general o indiferenciado, odio político (expresiones contra individuos o colectivos por motivos de orientación política), odio sexual (expresiones dirigidas contra personas o colectivos por su orientación sexual), odio misógino (expresiones dirigidas contra mujeres o rasgos asociados a ellas) y odio xenófobo (expresiones dirigidas contra personas o colectivos por motivo de origen). Durante el proceso de construcción del algoritmo de detección de odio observan cuatro niveles de intensidad de odio: Intensidad 1 (mensajes incívicos), Intensidad 2 (mensajes malintencionados o con expresiones abusivas), Intensidad 3 (insultos) e Intensidad 4 (amenazas veladas o explícitas).
Esta herramienta está dirigida a los medios informativos, los profesionales del sector y los agentes públicos y sociales, y uno de los principales objetivos de su desarrollo es ayudarles a detectar e implementar estrategias activas que permitan prevenir la presencia de expresiones de odio en el entorno de los medios digitales. En la página web del proyecto ‘Hatemedia’ se puede observar el porcentaje de mensajes de odio, así como su nivel de intensidad y tipología, difundidos en las redes sociales X y Facebook y en las secciones de comentarios de las webs de varios medios informativos españoles. Estos datos se actualizan diariamente a las 9 de la mañana.
Odio difundido en redes de manera coordinada
El proyecto ‘Hatemedia’ también ha permitido tener una primera aproximación sobre el perfil de lo que ellos denominan como “odiadores”. Uno de los rasgos comunes más llamativos que han detectado es que estos actores actúan de forma coordinada con el fin de repetir ideas destinadas a posicionar narrativas en la opinión pública. En su diana tienen fundamentalmente a actores políticos, periodistas y a los propios medios. En VerificaRTVE también hemos observado cómo durante la DANA en Valencia se han difundido campañas orquestadas de descrédito a instituciones, autoridades y medios de comunicación dirigidas a una población vulnerable con el objetivo de incrementar el desasosiego o la desconfianza entre la opinión pública.
