ElDiario.es/Carlos Navarro Castelló.- La Oficina de Drets Linguístics afirma que “de acuerdo con la normativa, el médico tendría que haber respetado la opción lingüística del paciente, que fue expresarse en valenciano, darle un trato respetuoso y no discriminarlo por este hecho”.
Francesc Xavier Tébar no recibió un trato respetuoso y fue discriminado por razón de su lengua cuando un médico de urgencias del centro de salud de Alfafar le exigió que se expresara en castellano como condición para atenderle, pues según no le dijo, no le entendía.
Así se desprende del informe que ha emitido la Oficina de Drets Linguístics de la Conselleria de Educación tras poner este vecino de Benetússer en su conocimiento lo sucedido el 14 de junio a las 20.20 horas en el ambulatorio de Alfafar.
Tal y como informó elDiario.es, Tébar acudió por urgencias con fuertes síntomas de resfriado: “Yo no quería que el médico me hablara en valenciano, lo que pedía, porque es mi derecho reconocido en la Constitución, es que me dejara a mí expresarme en valenciano. Sin embargo, el doctor nada más entrar a la consulta y saludarlo me dijo que no me podía atender si no hablaba español porque no me entendía y que si seguía hablando en valenciano la consulta finalizaba. Salí indignado tras una hora de espera y pedí una hoja de reclamaciones”, explicó.
Sin embargo, la recepcionista no disponía de hojas de reclamaciones, algo que es una obligación legal, y Tébar salió del ambulatorio por indicación de la empleada y llamó a la Policía Local.
A los pocos minutos, según Tébar, se presentaron los agentes, les explicó lo que había sucedido, entraron al centro de salud y poco después salieron y le dijeron que no se preocupara de nada y que le iba a llamar otro médico para atenderlo en valenciano.
Tal y como explicó el afectado, “tanto los policías como el doctor que me atendió después se portaron muy bien, pero la sorpresa es que, al parecer, uno de los médicos me denunció supuestamente por molestar a la recepcionista”. Este profesor de instituto pensaba que los agentes acudieron por su llamada, pero posteriormente ha corroborado que en realidad acudieron por la llamada del médico, supuestamente el que no quiso atenderlo por hablar en valenciano.
El pasado mes de septiembre, recibido recibió una multa de 600 euros amparada en la ley mordaza según la cual “se recibe llamada por parte del médico de urgencias comunicando que un hombre está alterando el normal funcionamiento de los servicios de urgencias, alterando y molestando a la recepcionista”.
La resolución de la Oficina de Drets Linguístics, tras hacer un repaso exahustivo de la diferente normativa de aplicación en este caso, concluye que “de acuerdo con la normativa, el médico tendría que haber respetado la opción lingüística del paciente, que fue expresarse en valenciano, darle un trato respetuoso y no discriminarlo por este hecho”.
Tébar se ha mostrado satisfecho por la resolución la cual ha adjuntado al recurso que ha presentado para evitar el pago de la sanción.