El agresor, un sudanés, fue detenido en el lugar de los hechos, en Romans-sur-Isère, en el sur del país
EUSEBIO VAL. LA VANGUARDIA.- Un hombre armado con un cuchillo mató esta mañana a dos personas e hirió a otras cuatro, tres ellas de gravedad, en el centro de Romans-sur-Isère, cerca de Valence, en el sur de Francia, antes de ser detenido. La fiscalía nacional antiterrorista, con sede en París, ha asumido el caso a última hora de la tarde, lo cual indica que existe la sospecha de que se trató de un acto de probable motivación yihadista.
El ataque se produjo sobre las 10.50 de la mañana. Según las primeras informaciones, su autor la emprendió a cuchilladas, de forma indiscriminada, en dos comercios, un estanco –donde se vende también prensa– y una panadería, de los pocos que se mantienen abiertos durante el confinamiento. De inmediato acudieron al lugar la policía y los bomberos. En el registro de su domicilio se encontró un texto escrito de carácter religioso y una referencia a que Francia es un país de “infieles”.
En un primer momento la policía judicial de Lyon se hizo cargo del caso. Es la instancia competente para investigarlo cuando es un delito común. Si hay sospechas fundadas de terrorismo, el caso pasa a la fiscalía nacional antiterrorista, que es lo que ocurrió a las pocas horas. El detenido llevaba consigo sus documentos, algo raro en estas circunstancias. Nació en Sudán en 1987 y estaba refugiado en Francia desde enero del 2017. La policía no lo tenía fichado .
El miedo a un atentado estaba presente en pleno confinamiento por la pandemia de la Covid-19
El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió que se actuará “para esclarecer el acto odioso”. “Mis pensamientos están con las víctimas del ataque de Romans-sur-Isère, los heridos y sus familiares. Se actuará para esclarecer este acto odioso que deja en duelo a nuestro país, duramente golpeado ya estas últimas semanas”, en alusión al coronavirus, escribió el jefe del Estado en la red social Twitter
El miedo a un atentado terrorista ha estado presente en los responsables de las fuerzas de seguridad francesas desde que se inició el confinamiento por la pandemia de la Covid-19, pues el país es más vulnerable y el impacto psicológico de una crisis añadida a la sanitaria sería mayor. Hay también más agentes en la calle para controlar que se respeta el confinamiento, pero eso expone a la policía, paradójicamente, a eventuales ataques. Tras saber la gravedad de suceso, el ministro del Interior, Christophe Castaner, emprendió viaje a Romans-sur-Isère.
Desde enero del 2015, cuando se produjo el ataque a la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo, en París, Francia ha sufrido numerosos atentados yihadistas en diversas partes de su territorio, a veces cometidos por individuos aislados. Hasta la prefectura de policía de París fue protagonista de un ataque perpetrado por un funcionario administrativo, en octubre pasado, que mató a puñaladas a cuatro policías y funcionarios.
