ABC.- A las nueve de la noche del 4-M, mientras toda la ciudad seguía atenta el recuento de los votos, una turba de jóvenes se coló por sorpresa en los hogares del barrio de Los Ángeles (distrito de Villaverde). Los gritos y amenazas dejaron paso a los golpes y machetazos ante el estupor de un vecindario que no es la primera vez que sufre un estallido de violencia de este tipo. La pelea, iniciada en la calle de la Dolorosa, se saldó con dos menores heridos: uno de solo 13 años, trasladado al Hospital 12 de octubre por contusiones y un corte profundo en la mano; y el otro, de 16, dado de alta en el lugar tras ser atendido por los sanitarios del Samur-Protección Civil desplazados.
Varios residentes observaron a un grupo de al menos 40 individuos moverse a la carrera por la avenida de Andalucía. Algunos de ellos lo hacían machete en mano, sin saber muy bien si huían o, simplemente, trataban de continuar la trifulca en otro punto de la zona. Para entonces, la Policía Municipal y la Nacional ya habían hecho acto de presencia, sin que ninguno de los implicados resultase detenido. Los agentes, que encontraron en una jardinera uno de los cuchillos empleados, trabajan ahora en su identificación.
Las primeras hipótesis apuntan a un enfrentamiento entre bandas, pactado de antemano o por una caída (en el argot, un ataque planificado de uno de los grupos contra el otro). El elevado número de participantes explicaría el correcalles en el que se convirtió la pelea, con diversos escarceos en el paseo de Gigantes y Cabezudos, donde fueron atendidos los dos heridos, y otras vías adyacentes.
Violencia entre bandas
La semana pasada, otra embestida, en este caso en el barrio de San Fermín (Usera), se saldaba con un niño de 14 años y un amigo de este de 19 heridos muy graves. El menor, de origen marroquí, sufrió cortes profundos en la cara, la cabeza y el hombro izquierdo, así como la semiamputación de la mano izquierda. También fue conducido al 12 de Octubre, donde los médicos le intervinieron de urgencia.
El otro afectado presentaba tres heridas de arma blanca, dos de ellas en la espalda y otra, de carácter penetrante, en la cara. Aunque se encontraba estable, fue trasladado al mismo centro hospitalario. La Brigada de Información se hizo cargo del caso y apuntaba a una venganza entre bandas latinas.