LEVANTE EMV/Gónzalo Sánchez.- La víctima denunció que «seis o siete vigilantes» le apalearon a la salida del local al grito de «moro de mierda, te mato» . La empresa se desmarca de los incidentes y alega que «el procedimiento se sigue por lesiones, no por un delito de odio».
Dos integrantes del servicio de seguridad de la discoteca Mya, integrada en la Ciutat de les Arts i les Ciències, que están siendo investigados por el juez, han implicado a su vez a otros dos de sus compañeros en la agresión racista ocurrida en la madrugada del pasado 6 de marzo. Según denunció un hombre marroquí, «6 o 7 miembros de seguridad» comenzaron a agredirle mientras le gritaban «moro de mierda, te mato», según consta en la denuncia que presentó la víctima, a la que le rompieron la nariz.
Esa noche, según ha denunciado la oenegé València Acull a través del abogado de la víctima «los controladores de acceso impidieron entrar a la discoteca a un chico marroquí porque -según le dijeron- tenía que haber sacado la entrada por internet y el aforo estaba completo. Pero poco después accedió sin problemas junto a un grupo de personas holandesas; les solicitaron el DNI y les colocaron una pulsera que acreditaba que habían pagado la entrada». Cuando ya había pedido una consumición, un vigilante le increpó y le obligó a salir fuera, donde 6 o 7 miembros de la seguridad de la discoteca comenzaron a agredirle mientras le decían: “Moro de mierda, te mato”, según consta en las denuncias.
La víctima tuvo que ser atendida en urgencias por las numerosas contusiones que presentaba en diversas partes del cuerpo y por fractura nasal. Hasta la fecha, según comunica su abogado, son seis los trabajadores de Mya que están siendo investigados por el juzgado de instrucción n.º 14 de València.
Cuando se conocieron públicamente los hechos, y tal y como publicó este diario, la empresa que gestiona la discoteca -HFS Salamandra SL- negó la implicación de su personal y también que se hubiera producido la agresión. Alegó, además que «el procedimiento no se sigue por un delito de odio sino por presuntas lesiones, y no se puede dar por sentado que las personas que han prestado declaración sean los autores de al agresión».
Responsables del local remarcaron que la presunta agresión podría haberse producido en un momento posterior y fuera de la discoteca. Recordaron también que gran parte de la plantilla es extranjera o de origen extranjero y rechazaron de plano que exista racismo dentro de su actividad.
Investigación
Tras presentar las denuncias, el chico identificó a cuatro de sus agresores entre el material fotográfico que le mostró la policía. El juzgado abrió una investigación y los citó a declarar en calidad de investigados. El 11 de mayo, los trabajadores de seguridad negaron ante el juez su participación y afirmaron que estuvieron toda la noche en la puerta de entrada, por lo que no vieron ni se enteraron de ningún conflicto ni dentro ni fuera del establecimiento.
Pese a todo, al visionar las imágenes de las grabaciones de esa noche realizadas por la discoteca, «dos de los cuatro investigados reconocieron a otros dos empleados entre los agresores del denunciante», según explica su abogado. El juzgado ha citado ahora a estos dos nuevos trabajadores de Mya para tomarles declaración también en calidad de investigados el próximo 27 de junio. El Programa de Igualdad de Trato y No Discriminación de València Acull está acompañando a la víctima en el proceso.
La oenegé asegura en un comunicado que «de esta forma se corrobora no sólo la existencia de la agresión sino la denuncia de la víctima que aseguró que fueron ‘seis o siete vigilantes’ quienes le agredieron».
La empresa -continúa la entidad- «trató de desacreditar la versión de la víctima cuestionando que se hubiera producido la agresión porque resultaba ‘extraño’ que no hubiera llamado a la policía para que acudiese al lugar esa misma noche. El chico, sangrando por la nariz y totalmente conmocionado, acudió en primer lugar a un centro médico y esa misma noche -a las 5:44 horas- a la comisaría a formular la denuncia».
La empresa también ha tratado de desvincularse del ataque racista asegurando que su plantilla es “plurinacional”. Pese a todo, en internet «se pueden encontrar numerosos comentarios de clientes y clientas de la discoteca Mya denunciando actitudes racistas y machistas de los vigilantes, a los que la empresa siempre contesta negando los hechos que se denuncian», denunció Valencia Acull en un comunicado.