La policía asegura que investigará el caso y recuerda que ningún agente ha sido condenado pese a las anteriores acusaciones
J.M.O. LAS PROVINCIAS.- El Juzgado de Instrucción número tres de Valencia recibió ayer dos denuncias de sendos inmigrantes que aseguran haber sido agredidos en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) situado en la calle Zapadores. Por su parte, fuentes de la Policía Nacional señalaron a este periódico que investigarán el caso y también recordaron que ningún agente ha sido condenado a pesar del aluvión de acusaciones similares que han recibido en los últimos meses.
Mohamed Rezine Zohuir, nacido en Argelia, relata que el pasado día 19 de enero se encontraba en el comedor del centro cuando vertió un vaso de agua al suelo. En ese instante, un agente que había visto lo ocurrido, lo llamó para trasladarlo «donde se encuentran las duchas». Además, añade que en «ese baño no hay cámaras».
Una vez dentro, el interno describe que el policía «empezó a golpearlo con la porra, sus manos y piernas, durante una hora». La denuncia detalla que llegó un momento en el que entró a las duchas una agente junto a «una enfermera que decía: ‘deja al chico, lo vas a matar’», pero que siguió agrediéndole durante unos minutos más. Entonces, levantaron al interno para llevarlo a la enfermería.
Por su parte, el marroquí Ben Yunes Sabbar explica en su denuncia que tuvo que autolesionarse el mismo 19 de enero para que los agentes que había de guardia le hicieran caso. Sufre de hemorroides y pidió que lo llevaran hasta la enfermería porque «sangraba mucho». Al no recibir la ayuda solicitada, se hizo un corte de casi veinte centímetros en el pecho para poder ser atendido por el personal sanitario del centro.
El día 25 volvió a exigir que lo llevaran a la enfermería por la misma causa. En esta ocasión, según relata, un agente llamó a dos compañeros para que vigilaran desde fuera de la celda. Una vez dentro, el policía empezó a golpear con su porra el somier de la cama mientras gritaba insultos racistas: «los marroquíes sois unos guarros y unos sucios que no valéis nada y vuestras mujeres no valen nada» o «hijos de puta».
La denuncia continúa describiendo que el interno, «confuso, dolorido y atemorizado», preguntó por qué estaba insultando a su madre y que, en ese instante, el agente se giró para abofetearle y propinarle un puñetazo en la cara, rompiéndole uno de sus dientes. Posteriormente, añade que el policía le amenazó de muerte: «como vuelvas a llamarnos, bajaré con la pistola, te apuntaré en la cabeza y te pegaré un tiro. Mi turno termina a las ocho y nadie se entera que he sido yo quien te ha matado».
Sin condenas
La Policía Nacional reconoció a este periódico que investigará ambos casos, como han hecho con todas las denuncias similares que han recibido durante los últimos meses y que se ponen «a disposición del juez» para lo que sea necesario. Asimismo, destacaron que se «escuchará a los policías que intervinieron» y, por último, recordaron que ninguna acusación anterior ha prosperado en los tribunales. Es decir, que todavía no se ha condenado a ningún agente por agresiones en el centro de internamiento de Valencia.
En este sentido, desde la Campaña por el Cierre de los CIE (CIE NO) señalaron que se «han interpuesto más de treinta denuncias por palizas, maltrato y humillaciones». Su portavoz, Ana Fornés, admitió que siguen «bastante perplejos por la escalada de violencia en Zapadores», así como que van a pedir «una investigación de lo que está sucediendo. Nos gustaría que desde el Ministerio del Interior se hiciera por reparar los hechos», insistió.
Además, exigen que se llame «a declarar a los agentes descritos» por los internos en sus denuncias y «que se paralice la expulsión» de los testigos que presenciaron las agresiones para «llevar a cabo una investigación exhaustiva».
