Diario Burgos.- Le golpearon con un objeto contundente en la zona de Regino. Los agentes vieron cómo uno de los autores intentó ocultarse en un portal, pero dejó un rastro de sangre
Pasaban las 5.30 horas y a la sala de emergencias del 112 llegó un aviso de que en Regino Sainz de la Maza (entre Calzadas y la calle Vitoria) había jóvenes protagonizando actos vandálicos. Una patrulla de la Policía Local que vestía de paisano se acercó hasta el lugar y vio a dos chavales en actitud sospechosa. Les siguieron pensando que habían realizado grafitis o destrozos en el mobiliario urbano. Sin saberlo, estaban tras la pista de los autores de una paliza a otro individuo. Según pudieron averiguar más tarde, por motivos de odio.
Los hechos se remontan a unos días atrás. Era una jornada y una hora en la que muchos jóvenes terminan la fiesta. Algunos de la peor manera posible. Cuando llegaron los agentes a la zona donde indicaba el alertante, vieron cómo dos chicos huían a la carrera. Los agentes decidieron seguirles, pero en un momento dado se separaron, así que optaron por identificar a uno de ellos. Comprobaron entonces que los actos vandálicos que le atribuían no constituían un delito, por lo que permitieron que se marchase del lugar.
Sin embargo, apenas unos minutos después llegó otro aviso que informaba de que un joven se hallaba en Regino con varias contusiones y una brecha en la ceja. El chico informó a otros policías de que dos individuos ataviados con ropa oscura y mascarillas negras le habían propinado una paliza. En su declaración, manifestó que le habían agredido con un objeto contundente en la cara y que se habían dirigido hacia el al grito de «facha». Una vez en el suelo, le golpearon con más virulencia.
