El cadáver, que presentaba hematomas en la cara y el cuello, fue descubierto en el ascensor de un edifico de la playa de La Albufereta
EFE.- Dos ciudadanos franceses han sido detenidos en Alicante acusados de haber participado, presuntamente, en el asesinato de un transexual brasileño cuyo cadáver ha aparecido esta mañana en un edifico de la playa de La Albufereta. Los arrestados, de 32 y 21 años, permanecen en dependencias de la Policía Nacional a la espera de ser puestos a disposición judicial. El Gobierno valenciano condenó ayer este crimen y aseguró que «a la espera de conocer más detalles del caso, todo apunta a que este crimen se ha cometido por transfobia o violencia de género».
El cadaver del transexual, de 41 años y nacionalidad brasileña, fue localizado en el ascensor de un edificio de la playa de La Albufereta, en la avenida de la Condomina. Fue el portero del inmueble quien localizó el cuerpo y avisó de inmediato a la Policía Nacional. Horas más tarde, los agentes arrestaban a los dos sospechosos, cuya vinculación con la víctima se desconoce por el momento. Al parecer, ambos estaban de vacaciones en la vivienda de un familiar. El cuerpo sin vida fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para ser sometido a un examen. Las primeras evidencias han revelado que el fallecido no tiene heridas de arma blanca o de fuego pero sí hematomas en el cuello y la cabeza. En los próximos días se conocerán los resultados de la autopsia, que precisarán cuál fue la causa de la muerte.
El Observatorio Español contra la LGBTfobia (Stoplgbtfobia) ha anunciado que se personará como acusación particular en el juicio que se celebre por el crimen de l’Albufereta, al ser la víctima una transexual y considerar que su muerte se debe a motivos por «de odio» por su condición sexual. Este colectivo ha asegurado que se maneja la hipótesis de que la víctima acudiera en compañía de los ahora arrestados al piso donde vivían para mantener relaciones sexuales y, tras descubrir, que era transexual fue «atacada brutalmente hasta darle muerte, para luego abandonarla en el ascensor del edificio».