Dos décadas de maltrato y violencia sexual en Huelva: «Te corto la cabeza y te saco los ojos si me denuncias»

| 24 abril, 2020

La Audiencia de Huelva condena a un hombre a diez años de prisión por maltratos habituales y agresión sexual a su mujer y abuso sexual de su hija menor

M. ROSA FONT. ABC.- Comenzó insultándola, dándole empujones y algún bofetón que fueron a más cuando quedó embarazada. Entonces, empezó a llamarla «perra y puta »porque «se acostaba con otros, buscaba a los negros para acostarse con ellos» y la amenazaba diciéndole que «le iba a cortar la cabeza, a sacarle los ojos, que le iba a cortar el cuello, que la iba matar si lo denunciaba».

Así resume la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva el maltrato físico y psicológico que sufrió Aicha durante los 19 años de vida en común con su marido, Mohammed N. A., contra el que no fue capaz de declarar cuando un juzgado de Moguer la llamó la primera vez para que contara su calvario.

Mohammed ejercía violencia física contra ella y «le imponía su voluntad a fuerza de golpes, mientras ella se volvía cada vez más sumisa y dócil, claudicando a su voluntad a fuerza de patadas, puñetazos, arañazos y todo tipo de golpes al mínimo pretexto», según se recoge en la sentencia a la que ha tenido acceso ABC.

Aunque a coscuencia de los golpes, en su rostro y en su cuerpo aparecían hematomas, Aicha nunca fue al médico mientras en el trabajo – es temporera en el campo- le preguntaban por aquellas lesiones. Fue así hasta la última paliza, cuando los compañeros de piso en el que vivían en Moguer la acompañaron al médico por las heridas que su marido le había causado.

De la violencia física pasó a la sexual: al menos dos veces por semana la oligaba a tener relaciones sexuales empleando la fuerza, y cuando ella no quería, «le gritaba que se acostaba con otros, la agarraba con fuerza, le daba golpes y le imònía prácticas sexuales».

A veces, según el relato de hechos probados de la sentencia, la mujer se sometía a mantener relaciones cuando temía que «los gritos vejatorios y amenazantes» podían alertar a los tres hijos que tenía el matrimonio, como ocurrió en el último episocio, días antes de la denuncia.

La violencia sexual de Mohhamed se extendió a su hija menor (16 años), a la que sometió a tocamientos genitales cuando la madre se encontraba trabajando. El padre se llevaba a su hija a una habitación, concreta la sentencia, la desnudaba y tumbaba boca abajo sobre la cama para abusar de ella – «posando el pene sobre su cuerpro» , mientras «la niña suplicaba y lloraba».

La Audiencia de Huelva ha condenado al hombre por los delitos de maltratos físicos habituales (un año y seis meses) , maltrato de obra físico a la mujer (seis meses), continuado de agresión sexual con violencia (seis años) continuado de abuso sexual a menor (dos años), lo que suma diez años de cárcel, condenas que solicitó la Fiscalía tras el juicio.

En paralelo, se les impone el alejamiento y prohibición de contarcar con la víctima por periodos de cinco, dos y 10 años, respectivamente en cada delito, y otros cinco de alejamiento de la menor cumplida la condena.

La Sección Tercera de la Audiencia onubense ha acordado que se ejecute la pena de siete años y seis meses y que el resto de la misma se sustituya por la expulsión del país de Mohammed, en prisión desde octubre de 2018.

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