Durante una exhibición policial ante estudiantes de cinco escuelas del municipio sevillano de Morón, los agentes dejaron que los menores portasen ametralladoras y escopetas descargadas.
DANIEL CELA. PÚBLICO.- Un niño de 11 años empuña un arma de la Policía Nacional, una ametralladora automática que parece más grande que el chico. En la imagen se ve al crío sonriendo, rodeado de sus amigos, y junto a él un agente uniformado. En otra fotografía, una chica de 9 años sostiene con dificultad una escopeta que dispara bolas de goma mientras su amiga sujeta una especie de fusil de gas lacrimógeno.
Estas fotografías, y otras en las que aparecen niños y niñas de Infantil y Primaria armados, fueron publicadas en el muro de Facebook del colegio público Fernando Villalón y del centro concertado Salesianos San Juan Bosco, del municipio sevillano de Morón de la Frontera (28.000 habitantes). Así es como padres de alumnos de estas escuelas descubrieron que sus hijos habían portado armas de la Policía, con el consentimiento de sus maestros, durante la excursión escolar organizada días atrás por la delegación de Educación del Ayuntamiento. Al preguntar a sus críos, estos confirmaron que los agentes les habían enseñado a empuñar las armas, colocar el dedo en el gatillo y apuntar a un objetivo a través de la mira telescópica.
Los chavales que aparecen portando armas en las fotografías, a las que ha tenido acceso esta redacción, estaban acompañados por adultos, sus maestros y los agentes de la Policía Nacional que les permitieron “manipularlas”, según admite uno de los docentes presentes. Las imágenes fueron luego difundidas por algunos colegios a través de sus redes sociales, sin tapar la cara de los menores.
Este suceso ha causado cierto revuelo que ha trascendido incluso a la comunidad educativa. Un grupo de padres ha elevado una queja y ha pedido explicaciones en el colegio de sus hijos; el grupo municipal de IU ha llevado el asunto al pleno en el Ayuntamiento, pidiéndole explicaciones al alcalde y a la delegada de Educación; y la Consejería de Educación ha querido desvincularse del asunto, aunque está investigando el suceso. “Es una actividad municipal, no de la consejería. No somos responsables de su diseño, ni de su contenido ni hemos colaborado en esto con la Policía. Han invitado a los centros y el alumnado tenía autorización de los padres”, explican desde la consejería.
La Delegación Provincial de Educación de Sevilla también ha pedido explicaciones a los directores de los centros implicados. Extraoficialmente, una fuente de este departamento asegura: “Nos parece un despropósito lo que ha ocurrido, aunque la responsabilidad de esto habría que pedírsela a la Delegación del Gobierno en Andalucía, de quien depende en primera instancia la Policía Nacional”. Desde la Delegación del Gobierno replicaron que “desconocían” el tema y apuntaron que “las exhibiciones están dentro de la competencia de los cuerpos de seguridad del Estado”.
Una exhibición “espectacular”
El pasado 14 de septiembre, dos días después del inicio del curso escolar, varios centenares de alumnos de Infantil y Primaria (de 4 a 13 años) de cinco colegios de Morón de la Frontera asistieron a una “espectacular” exhibición de las unidades especiales del cuerpo nacional de Policía: Caballería, Guías caninos, Unidades de Intervención Policial, las de Prevención y Reacción y las del Grupo Operativo Especial de Seguridad.
Los niños acudieron con autorización de los padres y acompañados de un grupo de maestros hasta la Plaza de Toros del municipio, donde tuvo lugar el evento (era la primera semana del curso escolar, pero también coincidió con las fiestas del pueblo). Según explican fuentes del Gobierno municipal, se trataba de una “exhibición organizada de forma coordinada por la Policía Nacional y el Ayuntamiento de Morón”, que invitaron a cinco centros escolares del pueblo: los Salesianos San Juan Bosco, el Reina Sofía, el Fernando Villalón, el Inmaculada y el María Auxiliadora.
Los agentes de Policía, según varias personas que asistieron al acto, “representaron escenas de detenciones, persecuciones y de cómo desactivan explosivos, disparando incluso con balas de fogueo”. “Se trataba de enseñar a los niños cómo preparan sus operativos y cómo defienden a los ciudadanos”, dice uno de los profesores presentes. Los chicos siguieron la exhibición desde las gradas de la Plaza de Toros. Cuando terminó la exhibición, bajaron a la arena y algunos de ellos pudieron coger las armas de los agentes de Policía y se hicieron las fotos que luego aparecieron publicadas en las páginas web de sus colegios.
“El fin de la exhibición no era ese, pero sí, los policías dejaron a los niños manipular sus armas, no sé si eran de verdad o de fogueo, pero no duró mucho. Fue un momento. Había muchísima gente y yo no me di cuenta entonces. Pensé que si la Policía permite que los niños manipulen sus armas es que todo era habitual”, explica uno de los maestros que fue a la excursión. Este docente, que prefiere no dar su nombre, admite que “no estuvo bien hacer las fotos de los niños armados”. “No debería haber pasado. No filtramos las fotos que se publicaron en nuestro Facebook, o no nos dimos cuenta o no pensamos entonces que tendría tanta importancia”, añade este docente, que advierte de que “se le está dando mucha trascendencia”, y que “sólo unos pocos padres de alumnos se han quejado”.
Desde el gabinete de comunicación de la Policía Nacional en Sevilla admiten que las fotos de menores “no debieron publicarse en Facebook”, pero restan importancia al asunto: “Las armas no estaban cargadas obviamente. En ningún momento corrieron peligro, y tampoco se trataba del arma reglamentaria que lleva el agente consigo, sino armas específicas para operaciones especiales. El suceso se produjo en una circunstancia muy concreta: una exhibición policial donde los chicos comprueban cómo trabajamos”.