Entre 60 y 80 seguidores del equipo alicantino, que habían acudido desde Alicante sin entrada, intentaron comprar su localidad en el estadio, pero el personal de las taquillas les solicitó el Documento Nacional de Identidad (DNI), denegando la venta si eran nacidos en Alicante.
Terol explicó que tanto él como Miguel Navarro, otro de los afectados, no presentaron la denuncia antes porque estaban «preparando con los abogados la argumentación» y «esperando los movimientos del Hércules«.
«Al final hemos decidido actuar por nuestra cuenta y riesgo», indicó Terol, quien explicó que, tal y como recoge el escrito presentado, se pudo llevar a cabo la posible comisión de un «delito de odio, lesiones a la dignidad de las personas y delitos xenófobos» por parte «del personal del recinto, de los responsables y de los directivos del Valencia».
«Tengo 38 años y nunca había vivido una situación tan degradante», añadió Terol, quien indicó que el proceso ya está a la espera de que el fiscal admita o deniegue la denuncia y la transmita por vía administrativa a la Comisión Antiviolencia.
El Hércules, como entidad, también presentó este pasado lunes, tras no quedar satisfecho con las explicaciones ofrecidas por el Valencia, escritos a la jueza de competición, el Síndic de Greuges, la Oficina Nacional de Deportes y conseller de deportes explicando su malestar y solicitando medidas tras lo sucedido en Paterna.
