El fundador del Frente Nacional califica de “detalle” la exterminación de judíos y “olorosa” la presencia de gitanos
CARLOS YÁRNOZ. EL PAÍS.- Mala semana para la desunida familia Le Pen. Al día siguiente de ser salpicada por el escándalo de los papeles de Panamá, los tribunales franceses han castigado a Jean-Marie Le Pen, fundador del ultraderechista Frente Nacional, con una doble condena por minimizar la existencia de hornos crematorios para exterminar a judíos durante la II Guerra Mundial y por comentarios racistas contra los gitanos residentes en Francia. Por la primera deberá pagar 30.000 euros de mula, y otros 5.000 por la segunda.
Le Pen, de 87 años, ya había sido condenado en 1987 por calificar de “detalle de la historia” la existencia de esos hornos construidos por el régimen nazi. El pasado 15 de abril, y durante una entrevista, fue preguntado por qué negaba la exterminación de millones de judíos durante el conflicto mundial del siglo pasado. “Yo no hablé (en 1987) de muertos. Hablé de un sistema. Dije que (las cámaras de gas) eran un detalle de la historia de la guerra”.
Los jueces de París han vuelto a estimar que semejantes comentarios convierten al ultraderechista en “culpable de cuestionar el delito de crimen contra la humanidad” cometido por el régimen nazi. Le Pen ya ha sido condenado en una veintena de ocasiones por agresiones, amenazas, apología de crimen de guerra o provocación al antisemitismo.
Su insistencia en calificar los hornos crematorios en los campos de exterminio como “detalle de la historia” originó la ruptura total entre Jean-Marie Le Pen y su hija, Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional desde 2011. La actual líder del partido ultraderechista eliminó a su progenitor como candidato a las elecciones regionales del pasado otoño, le quitó el cargo de presidente de honor y logró su exclusión como militante de la organización que fundó hace medio siglo.
Mientras, los jueces de Niza también han condenado al viejo dirigente ultraderechista por comentar que la presencia de gitanos en Francia producía efectos “urticantes y olorosos”.
Jean-Marie Le Pen tiene una considerable fortuna y las multas judiciales no le supondrán ningún problema. A nombre de su mayordomo, se le han descubierto en paraísos fiscales cuentas por valor de más de dos millones de euros y lingotes de oro. Poco después de fundar el partido del que ha acabado expulsado, recibió una elevada herencia de un simpatizante empresario fallecido.
Este miércoles, y en una entrevista concedida al diario alemán Bild en vísperas de una nueva cumbre franco-alemana, el presidente François Hollande señala con respecto al FN: «Es contrario no solo a nuestros valores sino también a nuestros intereses». Para el jefe del Estado francés, la ultraderecha francesa tiene de común con las otras del entorno, como la alemana, «el miedo, el miedo al otro, el miedo a Europa, el miedo a la mundialización».
Al propugnar la recuperación de las fronteras o la salida del euro, Marine Le Pen favorece nuevas tensiones entre Francia y Alemania, sostiene Hollande. El presidente opina que «las peores respuestas» que pueden darse ante el fenómeno es tanto la banalización como la diabolización de esos partidos.