El Confidencial/Jorge García González.- El dueño de la vivienda, de 84 años, le disparó en la cabeza y en el brazo sin mediar palabra. Está acusado de agresión en primer grado y acción criminal armada, pero no de delito de odio.
Un nuevo caso de racismo sacude la sociedad estadounidense. Los hechos ocurrieron el pasado jueves cuando Ralph Yarl, un joven afroamericano de 16 años, fue a recoger a sus hermanos pequeños en un barrio de Kansas City, en el estado de Misuri. Sin embargo, en un despiste, confundió la dirección de dos casas prácticamente iguales y llamó al timbre de una vivienda equivocada.
El dueño de la propiedad, Andrew Lester, de 84 años, salió armado con un revólver del calibre 32 y le disparó directamente a la cabeza, sin mediar palabra. Una vez en el suelo volvió a disparar, esta vez en un brazo. Afortunadamente, el adolescente consiguió escapar por su propio pie y tuvo que pedir ayuda hasta en tres casas diferentes hasta que pudieron auxiliarle.
Yarl fue hospitalizado en estado grave, con lesiones que se consideraban potencialmente mortales. Su padre, Paul, informó de que el chico, un estudiante de Secundaria y músico en una orquesta local, ha sido dado de alta este martes y se encuentra en casa recuperándose donde su madre, que es enfermera, lo atiende. “Sigue mejorando. Responde y está haciendo buenos progresos”, dijo en declaraciones recogidas por la Agencia EFE.
Protestas y acusación formal
Por su parte, la policía detuvo a Lester el mismo jueves para interrogarlo, pero le dejó marchar al poco tiempo. El anciano declaró que pensaba que alguien estaba intentando entrar en su casa y explicó que disparar “era lo último que quería hacer, pero estaba muerto de miedo”. De hecho, tras ver huir al adolescente fue él mismo quien avisó a la policía desde su casa.
La situación provocó las protestas de muchos ciudadanos que se congregaron frente a la casa del sospechoso al grito de “las vidas negras están siendo atacadas” y “levántate, lucha”. Tras las peticiones de arresto y procesamiento del atacante, la fiscalía del condado de Clay, a la que pertenece Kansas City, presentó cargos y acusó formalmente a Lester de los delitos de agresión en primer grado y acción criminal armada. No obstante, y aunque tiene una orden de arresto en su contra, no ha sido acusado de un delito de odio y la policía busca más evidencias del caso. El fiscal Zachary Thompson declaró en rueda de prensa que hubo un “componente racial” en el tiroteo. Por su parte, el abogado Benjamin Crump, que representa a la familia Yarl, aseguró que “no puedes disparar a la gente sin tener una justificación cuando alguien llama a tu puerta. Golpear a tu puerta no es una justificación”.
Oleada de solidaridad
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó a los Yarl el lunes y habló con ellos durante 20 minutos. El mandatario deseó una pronta recuperación del joven y le invitó a la Casa Blanca una vez que se recupere.
Personajes tan conocidos como Halle Berry, Viola Davis, Jennifer Hudson, Justin Timberlake. Leslie Jones y Kerry Washington condenaron el tiroteo, mientras una campaña de GoFundMe, creada por Faith Spoonmore, tía de Yarl, para pagar la recuperación médica de Ralph, ha recaudado más de 2,6 millones de dólares.
