EFE.- Unas 150 personas del movimiento xenófobo Pegida se reunieron hoy en una concentración contra los refugiados en la que fue detenido de nuevo su polémico líder en Holanda, Edwin Wagensveld, al exhibir una esvástica en una pancarta del colectivo, pese a haber sido expresamente prohibido.
El líder de Pegida, que quería concentrarse delante del Ayuntamiento, criticó además al alcalde de la ciudad, Eberhad van der Laan, quien había ordenado que la manifestación se celebrase en otro lugar por motivos de seguridad.
A unos cien metros de la concentración de Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida), otra contramanifestación antifascista dio la «bienvenida» a los refugiados y los participantes hicieron sonar unas bocinas para dificultar que se escucharan las palabras de Wagensveld.
Micrófono en mano, éste gritó que ellos son «gente de paz» y que estaban «tanto contra el islám como contra el nacional-socialismo».
Wagensveld destapó acto seguido uno de los carteles de Pegida, que incluye varios símbolos ideológicos tirados en una papelera, entre ellos una esvástica, lo que motivó que la policía subiera al estrado para pedirle que la tapara.
Al negarse, fue detenido entre los gritos de protesta de sus seguidores.
Wagensveld se mostró sonriente mientras era llevado al furgón policial por una decena de agentes.
Es la segunda vez en menos de diez días en que el líder holandés de Pegida es detenido.
El pasado 20 de febrero lo fue por negarse a quitarse un sombrero con forma de cabeza de cerdo en otra protesta en Ede.
La peculiar prenda fue considerada provocativa debido a que, en las últimas semanas, decenas de cabezas de dicho animal fueron encontradas en lugares donde las autoridades prevén construir centros de refugiados, en su mayoría musulmanes.
Las cabezas de este animal, prohibido por el islám, habían sido colocadas anónimamente como protesta por la futura edificación de dichos centros.
Docenas de seguidores de Pegida llevaron hoy gorros similares para mostrar su apoyo a Wagensveld.
Entre banderas holandesas y algunas alemanas, gritaron consignas como «Islám no» y «No a la yihad en nuestras ciudades».
También enseñaron pancartas con lemas como «Mohamed no es bienvenido», «No vamos a ceder frente a los fascistas de izquierdas» o «Pegida es amor».
Los grupos antifascistas, por su parte, convocaron otra concentración a la que se unieron unas 150 personas para protestar por la presencia de Pegida en Amsterdam.
Un doble cordón policial dividió a ambos grupos, los cuales se insultaron mutuamente, pero en ningún momento llegaron a cruzarse físicamente.
Los antifascistas gritaron lemas como «Refugiados bienvenidos» o «Nazis no».
En una de sus pancartas se podía ver un montaje fotográfico de Hitler con un cerdo en la cabeza, en referencia a los sombreros de los seguidores de Pegida.
Tras terminar el acto de la organización xenófoba, sus seguidores subieron en autobuses para ser llevados a otro punto de la ciudad.
Fundado en 2014 en Dresde (Alemania), Pegida es un colectivo xenófobo creado para protestar por lo que consideran «la islamización de Occidente» y en varias de sus manifestaciones en Alemania sus seguidores se han contado por miles.
No obstante, su versión holandesa de momento no ha tenido mucho éxito y, aunque ha convocado actos en ciudades como Utrecht o Ede, nunca ha logrado reunir a más de 150 personas.
Hace tres semanas, Pegida ya intentó montar una primera concentración en Amsterdam, pero la policía la suspendió a última hora tras encontrar cerca del lugar de la convocatoria un objeto sospechoso, que resultó ser un paquete con fuegos artificiales.