El Mundo.- Guardia Civil ha detenido a los históricos etarras Felipe San Epifanio Pipey Carlos Sáez de Eguilaz por su relación con la organización de homenajes a presos de ETA. Los arrestos, ordenados por el titular juzgado número 6 de la Audiencia Nacional por delitos de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas, se han producido en el marco de la operación Kabat en la que fueron arrestados en enero de 2020, en una primera fase, cuatro de los terroristas que dirigían los ongi etorri públicos y multitudinarios a los etarras que salen de prisión y que han seguido las órdenes de la organización a lo largo de todo su recorrido penitenciario. Entonces fueron Antton López Ruiz Kubati, Ohiana San Vicente, Ohiana Garmendia y Aimar Altuna, actualmente en libertad.
Felipe San Epifanio es el ex jefe del comando Barcelona, dirigente de Herri Batasuna en los años 90, que fue condenado a más de 200 años de prisión por diversos atentados. Se encargó de liderar ETA después de que en 1992 fuera detenida la cúpula de Bidart encabezada por Francisco Mujica Garmendia. En 1993, configuró el comando que actuó en la capital catalana y al que se atribuyeron la explosión de dos bombas en dos restaurantes del Puerto Olímpico de Barcelona y el asesinato a tiros del coronel Leopoldo García Campos en el barrio de Sants, así como el lanzamiento de granadas contra el Gobierno Militar de Barcelona a consecuencia del cual murió un civil. Salió de la prisión de Herrera de la Mancha al liquidar su pena tras 23 años de reclusión.
Carlos Sáez de Eguilaz, arrestado hoy en Beasain, fue detenido en Francia en 2003 cuando regresaba de su cita con un empresario al que la organización había extorsionado. Fue condenado en el país vecino a 15 años de prisión y finalmente entregado a las autoridades españolas. Era además el tesorero de Xaki, el aparato internacional de ETA y su nombre venía como uno de los administradores de Ekhe, la promotora del diario Gara. También dirigió junto a la también terrorista Elena Beloki el diario Info Euskal Herria, enlace entre ETA y Xaki.
Los homenajes a los terroristas presos se han venido celebrando durante años, con más intensidad o de forma más vistosa tras el cese de la violencia y a medida que los presos más históricos iban cumpliendo sus penas de prisión. Tuvieron una época de recesión en la que casi desaparecieron al ser desarticulado el llamado frente de cárceles de la organización a base de operaciones consecutivas que tuvieron como objeto la detención de los abogados enviados por ETA para cohesionar y dar órdenes a sus reclusos. Después los homenajes resurgieron. Se han llegado a contabilizar más de 200 entre 2016 y 2019. Los actos investigados son presuntamente constitutivos de los delitos de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas.
