Los autores del crimen se ensañaron con el mendigo, un toxicómano que vivía en una casetilla junto a un camino rural, cuando éste los sorprendió robando en el campo.
FERNANDO PÉREZ ÁVILA. EL DIARIO DE SEVILLA.- La Guardia Civil ha detenido a dos jóvenes de 20 y 21 años que mataron a un indigente por puro placer después de que éste los sorprendiera cuando iban a cometer un robo en el campo. Los presuntos autores del crimen golpearon al mendigo con palos y le lanzaron varias pedradas, causándole heridas muy graves, según informó ayer la Guardia Civil en un comunicado. La víctima, de 49 años e identificada mediante las iniciales M. M. C., falleció al día siguiente de la agresión como consecuencia de las lesiones en el Hospital de Alta Resolución de Utrera.
Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la madrugada del pasado 17 de junio en una senda agrícola situada a las afueras de Utrera, el camino de Zarate, ubicado entre el cementerio y la vía del tren. Los presuntos autores del crimen son dos delincuentes con numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio. Esa noche, como tantas otras, habían ido a robar al campo, y vieron que el indigente, que vivía en una casetilla de riego situada junto a este camino, los había visto. El mendigo, que además era toxicómano y no superaba los 50 kilos de peso, fue golpeado brutalmente en repetidas ocasiones por los dos asaltantes, que se ensañaron con él por puro placer, según se desprende de las investigaciones.
Un testigo vio desde la distancia cómo dos personas apaleaban a otra, sin poder identificar a ninguna de ellas, y dio el aviso a la Guardia Civil. Diez minutos más tarde llegaron a la casetilla agentes de este cuerpo y de la Policía Local de Utrera, que comparte dependencias con el instituto armado. Una vez allí, los guardias y los policías comprobaron que la víctima se encontraba malherida pero todavía consciente. Le preguntaron si había logrado identificar a los autores de la paliza y respondió que habían sido «los dos de la moto roja».
En principio el hombre quería incluso rechazar la asistencia sanitaria, pero los agentes dieron el aviso a los servicios de emergencias, que trasladaron al herido en ambulancia hasta el Hospital de Alta Resolución de Utrera, donde falleció al día siguiente. El informe preliminar de la autopsia, practicada el día 19 de junio, dejó claro que la muerte se produjo como consecuencia de las lesiones sufridas el día anterior y no tuvo que ver con cualquier patología previa que sufriera la víctima relacionada con el consumo de estupefacientes.
El equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Utrera abrió la investigación con la única pista de una moto de color rojo utilizada por los presuntos autores del crimen. El movimiento de uno de ellos para tratar de asegurarse una coartada fue precisamente lo que les descubrió. El dueño de la moto de color rojo denunció poco después del crimen la supuesta sustracción del vehículo. Con esta maniobra pretendían dotarse de una coartada ante la sospecha de que alguien los hubiera visto en el lugar de los hechos. Al tratarse de una zona rural y mal iluminada, los jóvenes sabían que el color de la moto era la característica por la que podían ser identificados.
La Guardia Civil comprobó que la denuncia de la sustracción del vehículo presentada por uno de los dos jóvenes era completamente falsa. Durante las tres semanas posteriores al crimen, los agentes del equipo de Policía Judicial de Utrera se han dedicado a reunir pruebas que situaban a los dos sospechosos en la escena del homicidio. Los dos jóvenes, identificados como G. D. G. y J. C. F. O., fueron detenidos a principios de esta semana y puestos a disposición del juez el pasado jueves. El titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Utrera decretó el ingreso en prisión preventiva de ambos como presuntos autores de un delito de homicidio. La operación policial que ha permitido esclarecer este crimen se ha llamado Zarate, por el nombre del lugar de los hechos.
