El Periódico.- El joven de 16 años era un exalumno de uno de los centros y utilizó el arma reglamentaria de su padre, que es agente de policía.
Un adolescente neonazi de 16 años mató este viernes a tiros a dos profesores y a un estudiante en dos escuelas del municipio de Aracruz de Brasil. Además, hirió a 11 personas. El joven, vestido de camuflaje y con la cara tapada para dificultar su identificación, fue detenido después de darse a la fuga.
Los hechos sucedieron en la Escuela Primaria y Secundaria Estatal Primo Bitti (EEEFM) y en el colegio privado de Praia de Coqueiral, situadas en el estado de Espíritu Santo, a unos 600 kilómetros al noreste de Río de Janeiro. Primero, el asaltante invadió la escuela con una pistola y disparó en varias ocasiones en la sala de profesores. Dos de ellos murieron en el acto y al menos otros nueve resultaron heridos.
Exalumno de uno de los centros y con una esvástica en su vestimenta
A continuación, el atacante abandonó el lugar en un automóvil y se dirigió al colegio, donde mató o un estudiante y dejó a otras dos personas heridas, informó el secretario de Seguridad Pública y Defensa Social del estado de Espírito Santo, coronel Márcio Celante. «No tenía un blanco definido» al abrir fuego, indicó el comisario de la Policía Civil, Joao Francisco Filho en una conferencia de prensa, pero llevaba planeando el ataque desde hacía «dos años», precisó el comisario.
El atacante era un exalumno de una de las escuelas, en concreto de la Primo Bitti. Lucía una cruz esvástica en su vestimenta de camuflaje. El joven irrumpió a media mañana en el centro a través de la puerta trasera. Pistola en mano se dirigió a la sala de profesores y abrió fuego contra varios de ellos que estaban reunidos, matando a dos personas e hiriendo a otras nueve, indicaron las autoridades locales.
Una pistola era el arma de servicio de su padre, agente de policía
Las dos armas que utilizó en el ataque pertenecen a su padre, que es agente de policía. De hecho, una de ellas era su arma de servicio, precisaron las autoridades, que investigan si el joven, que estaba bajo «tratamiento psiquiátrico», tiene vínculos con grupos extremistas. Tras darse a la fuga, hallado en su casa horas más tarde y, con la colaboración de los padres, se entregó sin ofrecer resistencia, añadieron.
Auge de los incidentes violentos
Los incidentes violentos en centros escolares se han incrementado en Brasil en los últimos años. El 13 de marzo de 2019, dos exalumnos de una escuela secundaria cerca de Sao Paulo mataron allí a tiros a ocho personas, la mayoría de ellos estudiantes y empleados, y luego se suicidaron. El 7 de abril de 2011, un joven de 24 años, exalumno abrió fuego en una escuela de Rio de Janeiro, matando a 12 personas e hiriendo a varias otras, antes de suicidarse.
Según Bruno Langeani, del instituto de investigación Sou da Paz, estos episodios en Brasil son generalmente protagonizados por hombres con un «discurso radicalizado» en foros de internet y «muchas veces con discurso de odio contra las mujeres».
El presidente electo de Brasil, Lula da Silva, calificó el episodio de «tragedia absurda». «Me enteré con tristeza del ataque a las escuelas de Aracruz, Espiritu Santo. Mi solidaridad con los familiares de las víctimas de esta tragedia absurda. Y mi apoyo al gobernador en la investigación», tuiteó el izquierdista, que asumirá el poder el 1 de enero. El gobernador de Espírito Santo, Renato Casagrande, decretó tres días de luto oficial.
Según la ONG Foro Brasileño de Seguridad Pública, hay unos 4,4 millones de armas en manos privadas en este país de 215 millones de habitantes. «La política de las armas necesita ser revisada», tuiteó el senador Wellington Dias, un aliado de Lula, al reaccionar al ataque.