El País.- El arrestado, a la fuga desde hace 20 años, es sospechoso de organizar la muerte de 2.000 tutsis en una iglesia en 1994.
Fulgence Kayishema, el sospechoso más buscado por el genocidio tutsi de 1994 en Ruanda, ha sido arrestado este miércoles en Paarl, Sudáfrica, según informó este jueves el Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales (IRMCT, por sus siglas en inglés) y recoge la agencia Reuters. Kayishema orquestó presuntamente la matanza de alrededor de 2.000 tutsis en la iglesia católica de Nyange. El presunto criminal de guerra ha estado prófugo desde 2001. El IRMCT es un órgano judicial creado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Asume las funciones del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), que cerró sus puertas en 2015. En 2001, Kayishema fue acusado por el TPIR de genocidio y crímenes contra la humanidad por los asesinatos y otros delitos cometidos en Kibuye. Seis años después, el caso de fue enviado a los tribunales de Ruanda, después de que el país aboliera la pena de muerte.
Serge Brammertz, fiscal del IRMCT, informó de que después de 20 años de fuga, la detención garantizará que Kayishema, exagente de policía, se enfrente a la justicia por sus presuntos crímenes. “El genocidio es el crimen más grave que conoce la humanidad. La comunidad internacional se ha comprometido a garantizar que sus autores serán procesados y castigados. Esta detención es una demostración tangible de que este compromiso no decae y de que se hará justicia, tarde lo que tarde”, declaró. Brammertz señaló que la investigación que condujo a su detención abarcó múltiples países de África y otros continentes y fue posible gracias al apoyo y la cooperación de las autoridades sudafricanas.
De acuerdo con la información adelantada por la cadena CNN, el Programa de Recompensas por Crímenes de Guerra de Estados Unidos había ofrecido una recompensa de hasta 5.000.000 de dólares (4.662.400 de euros) por información sobre Kayishema y los demás prófugos buscados por perpetrar el genocidio ruandés. Está previsto que Kayishema comparezca el viernes ante un tribunal de Ciudad del Cabo.
El tribunal acusa a Kayishema de participar directamente en “planear la ejecución de la masacre”. El acta de acusación declara que él compró y distribuyó la gasolina para quemar la iglesia, mientras los refugiados estaban dentro. Kayishema y otras personas han sido acusadas de utilizar una excavadora para tirar la iglesia, después del incendio, aún con personas atrapadas.
Los sucesos de Nyanga fueron uno de los más brutales del genocidio, en el que se calcula que murieron 800.000 tutsis y hutus moderados en un periodo de 90 días. En el genocidio ruandés, tanto milicias hutus como civiles asesinaron a un gran número de miembros de la minoría étnica tutsi: hombres, mujeres y niños. La matanza terminó cuando las tropas del Frente Patriótico Ruandés (FPR), dirigidas por Paul Kagame, derrotaron a los rebeldes hutus y tomaron el control del país.