El agresor, de 27 años, tiene antecedentes por delitos de atentado a la autoridad, lesiones y tráfico de drogas
AITOR SANTOS MOYA. ABC.- La Policía Nacional ha detenido al hombre que en la madrugada del sábado 12 de octubre asestó un fuerte puñetazo por la espalda a un homosexual en la confluencia de la calle de Valverde con Gran Vía (Centro). Como informó ABC, fruto de la agresión, la víctima perdió la visión de un ojo y tuvo que ser sometido a dos operaciones: una de urgencia, en la que le reconstruyeron el iris y recibió más de 15 puntos internos de sutura; y otra para someterse a un trasplante de córnea. El atacante, de 27 años y natural de Camerún, fue arrestado este martes en Pozuelo de Alarcón.
Fuentes policiales precisaron ayer a este periódico que el apresado tiene antecedentes por delitos de atentado a la autoridad, lesiones y tráfico de drogas. Los hechos se remontan dos meses atrás cuando el agredido, entonces de 38 años, regresaba solo a su casa de Chueca tras celebrar su pre-fiesta de cumpleaños en la discoteca La Boite, a dos pasos de la plaza del Carmen. Al superar Gran Vía, a la altura de la calle de Valverde, observó a un individuo discutir acaloradamente con una mujer. «Él pasó por su lado porque venía un coche y se apartó a la acera», relataba su pareja a este diario días después.
Al cruzarse con ellos, el agresor le gritó «Tú que miras, maricón de mierda» y le propinó un golpe en el ojo que le hizo caer al suelo. Tras ello, huyó de inmediato junto a su acompañante, una joven de apariencia caucásica. Una pareja asistió al herido, que permanecía tendido con los cristales de las gafas rotas clavados en un ojo. Los sanitarios del Samur trasladaron a la víctima a la Fundación Jiménez Díaz, donde fue sometida a una primera operación quirúrgica. Una semana después, entró de nuevo a quirófano a fin de recuperar parcialmente la visión; un proceso que podría dilatarse hasta un año.
Interpuesta la correspondiente denuncia, los agentes de la comisaría de Centro iniciaron una investigación que se saldó esta semana con la detención del atacante. El damnificado, hostelero y «drag queen», continúa de baja con graves problemas físicos y psicológicos. «Anímicamente, está destrozado», relataba su novio, sin comprender los motivos de una agresión homófoba en la que no hubo provocación alguna: «Los médicos han dicho que tardará un año. Ahora, solo ve una especie de círculos borrosos»
