La mujer, que ha sido arrestada dos veces en un mes, llevaría dos años acosando a la familia con insultos racistas y amenazas
JUAN CANO. DIARIO SUR.- Una mujer de 44 años y de nacionalidad española ha sido detenida dos veces en un mes por, supuestamente, acosar a un vecino de Guinea Ecuatorial y a su familia sólo por el color de su piel. Según la denuncia de los afectados, habría llegado a rociar con insecticida a su hija pequeña, de unos cuatro años. La Policía Nacional, que investiga el caso, atribuye a la arrestada presuntos delitos de odio, contra la integridad moral y contra la Administración de Justicia.
Aunque las dos detenciones se han producido en el mes de octubre, los hechos descritos por las víctimas arrancan a finales de 2014, cuando la familia -compuesta por el ciudadano guineano (exjugador profesional de baloncesto), su mujer, que es española, y los hijos de ambos- se instaló en una vivienda del paseo marítimo de Estepona.
Los problemas surgieron desde el principio, siempre según la versión del denunciante, y sin otro motivo que el de ser negro. La vecina, que vive con su madre en el piso de enfrente, les habría dedicado desde el primer día toda clase de insultos de carácter racista cada vez que se cruzaba con ellos, pidiéndole reiteradamente que volviera a su país.
El hombre empezó a interponer denuncias contra ella relatando los episodios que se iban produciendo, y que según él han ido cada vez a más. La mujer supuestamente se ponía a fregar el rellano cuando la familia salía del domicilio, al parecer para hacerles ver el asco que sentía, o rociaba la puerta de la vivienda de los afectados con insecticida o ambientador.
Llamadas de madrugada
En ocasiones, según explicaron las víctimas en sus denuncias ante la policía, se dedica a llamar al portero automático a altas horas de la madrugada; otras veces, llama directamente a la puerta del domicilio y, cuando alguien de la familia abre, empieza a insultarlos.
Pero el episodio más grave de todos se produjo recientemente. La arrestada llamó a la puerta de su vivienda y quien abrió fue la esposa del ciudadano guineano, que tenía a su hija en brazos. Entonces, presuntamente roció con un insecticida a ambas en la cara.
La desesperación del padre de familia le ha llevado a presentar cinco denuncias en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Estepona, aunque, según aseguró a los agentes que lo atendieron, el acoso es constante y podría interponer una prácticamente todos los días.
A disposición judicial
A principios de octubre, los investigadores se llevaron a la mujer detenida y le tomaron declaración en comisaría, aunque después la dejaron en libertad, confiando en que la situación cesara. Pero no fue así. Una semanas después, y ante una nueva denuncia de la familia, volvieron a arrestarla y, amparándose en la última reforma del Código Penal, la pusieron a disposición judicial investigada por un presunto delito de odio.
Se da la circunstancia de que no es el único vecino con el que ha tenido problemas. Según las fuentes consultadas, también habría sido denunciada por el dueño de un negocio que está situado en los bajos del edificio donde reside, con el que también habría tenido algún conflicto.