EFE.- A pesar de ser residentes legales y de contar con buenos trabajos, los Beltrán no pudieron alquilar una vivienda adecuada y debieron conformarse durante varios años con el «closet», hasta finalmente mudarse a una casa propia. El caso de los Beltrán no es único.
«La libertad de elección es uno de los valores americanos. Todos tienen el derecho a buscar una vivienda en el lugar donde deseen», dijo Arturo Alvarado, director ejecutivo de DMFHC, en declaraciones preparadas enviadas a Efe.
«Los dramáticos resultados de esta investigación revelan que la discriminación de viviendas en Denver es un problema prevalente en nuestra comunidad y que los funcionarios públicos deben tomar medidas para que se cumplan las leyes de acceso equitativo a viviendas y públicamente condenar la discriminación», agregó.
A 45 años del acta federal contra la discriminación en viviendas, «las personas de color y las familias con hijos en Denver siguen siendo discriminados a un nivel muy alto», según Trevor Jones, portavoz de DMFHC.
«Además de ser ilegal, la discriminación en viviendas limita las oportunidades de empleo y de escuelas y tiene un impacto negativo en la calidad de vida de varias otras maneras», explicó Jones.