Investigadores de la Universidad de Huelva y Cáritas Diocesana destacan en un informe sobre los asentamientos la falta de acceso al agua y «las condiciones paupérrimas» de vida
M. ROSA FONT. ABC.- Un informe realizado por investigadores de la Universidad de Huelva y Cáritas Diocesana para conocer las carencias sanitarias de la población inmigrante que vive en los asentamientos chabolistas que se encuentran diseminados por los municipios agrícolas de la provincia viene a desmontar algunos de los «mitos» entorno a la inmigración en relación con la recepción de ayudas y el uso de los servicios sanitarios.
Para llevar a cabo el estudio, los expertos del Grupo de Investigación Higia, perteneciente al Departamento de Enfermería de la Onubense, y de Cáritas han recorrido un total de 23 asentamientos y han encuestado a una muestra de 221 inmigrantes, con entrevistas en profundidad a 13 personas inmigrantes.
Del total de encuestados, el 50% tiene su situación regularizada en España a pesar de vivir en los poblados. Los investigadores destacan el acceso a agua potable como «problema básico principal» del colectivo al condicionar en gran medida su día a día, a lo que suman «condiciones paupérrimas» de la habitabilidad de las viviendas, factores que determinan la salud de esta población.
Según el informe, los inmigrantes de los poblados realizan «un uso limitado» de los servicios sanitarios, principalmente en caso de urgencia y, entre las enfermedades que declaran – dolores osteo-articulares y traumatismo- guardan, afirman la Onubense y Cáritas, «una estrecha relación con el contexto en el que viven».
El estudio constata, según sus autores, que la mayoría de estas personas, viven de lo que ganan con su trabajo esporádico y solo una cuarta parte de los inmigrantes en términos aproximados utilizaron ayudas externas.
El entorno en el que residen, la accesibilidad a los servicios, las características urbanísticas y los dispositivos de higienización, hacen de los asentamientos lugares «aislados, inseguros e insalubres», y los incendios se incluyen en el apartado de la seguridad.
Tras el informe titulado «Análisis de la situación de salud de los inmigrantes de los asentamientos de Huelva» , Cáritas ha reclamado la aplicación de «medidas de choque» como son la limpieza de las zonas en las que se encuentran los asentamientos, la recogida de basuras, la instalación de contenedores o cubas y el abastecimiento de agua potable en aquellos asentamientos alejados de fuentes o puntos de agua, así como alternativas de alojamiento «reales y adaptadas a la realidad de las personas temporeras que acuden y trabajan en la provincia».
Además, han pedido a los municipios que faciliten la posibilidad de empadronamiento a las personas que viven en los asentamientos y «una reflexión sobre el procedimiento de regularización administrativa de las personas inmigrantes», específicamente en el ámbito agrario.
Ha sido este informe y otras acciones de Cáritas los que han motivado la presencia en Huelva del Relator Especial de la ONU sobre extrema pobreza y derechos humanos, Philip Alston, que, en su visita a los asentamientos de la provincia, constató que «las condiciones que observé en Huelva son simplemente inhumanas».