Desde coger un avión hasta la incineración: las personas obesas sufren discriminación en todos los ámbitos

| 14 noviembre, 2018

«La discriminación y la marginación pueden agravar nuestra situación», explica a 20minutos Jesús Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Personas Obesas

KHADIJA BOUSMAHA. 20 MINUTOS.- Las personas obesas sufren distintas formas de discriminación a lo largo de toda su vida y en todos los ámbitos. Se enfrentan a barreras y dificultades para optar a un puesto de trabajo, para viajar en avión, tren o autobús, para acceder a la sanidad, eso que tanto necesitan, para aparcar un coche e incluso a una administración se le ha ocurrido prohibir la incineración de personas con obesidad mórbida porque «contaminan en exceso».

Después tuvo que recitificar. La obesidad es una enfermedad que afecta cada vez a más personas en España. De hecho, la tasa de obesidad se ha duplicado en los últimos 20 años y se estima que más de la mitad de las personas adultas -el 53%- está por encima de su peso. Se trata de una prevalencia que ha aumentado «a una velocidad alarmante» en todo el mundo, según el informe del 2017 de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. Y no solo eso, la obesidad afectará a una de cada dos personas en 2030 si no se toman medidas contra esta epidemia, según estos expertos.

El presidente de la Asociación Nacional de Personas Obesas (ASEPO), Jesús Javier Díaz, que además padece una obesidad del grado 1 (el Índice de Masa Corporal se encuentra entre 30 y 34,9, bajo riesgo), explica a 20minutos que las personas obesas «están estigmatizadas» y eso afecta a todos los ámbitos: el social, el familiar, en el trabajo y en los espacios públicos. «Cualquier movimiento que hacemos, llama la atención, y se generan comentarios sobre nuestro peso». En el ámbito familiar les «vigilan», lo que comen, si hacen o no deporte y no paran de preocuparse por su salud y en los lugares comunes (aviones, autobuses, aparcamientos de coches, etc) les ponen múltiples trabas. «Al no tener una discapacidad, no tenemos un aparcamientos de coches especial, tipo XXL para nosotros».

Incinerar obesos mórbidos «contamina»

La Conselleria de Sanidad de la Comunidad de Valenciana generó polémica tras una nueva orden que prohibía la incineración de personas con obesidad mórbida porque sus cuerpos «necesita una cantidad muy elevada de combustible», lo que conlleva un aumento «considerable de contaminación sobrepasando el umbral de lo permitido». Tras el revuelo generado, la Conselleria ha rectificado y anuncia que va a eliminar ese apartado. La ASEPO ha calificado de «grotesca y surrealista» la medida. «Como si eso fuera un factor determinante para salvar el planeta». Sin camillas en hospitales

Una familia de un joven que pesa 350 kilos denunció en agosto que el Hospital de Manises (Valencia) lo ha «abandonado» y le dio el alta tras alegar «falta de personal y de medios» para atender a personas de su peso. Episodios de este tipo, son a los que se tienen que enfrentar las personas obesas. Javier Díaz critica que en los centros de salud y hospitales en municipios pequeños, algo que «no suele ocurrir en núcleos urbanos», «no se adaptan» ni tienen camillas o material para atender a gente con obesidad. «Nos tenemos que trasladar a los núcleos urbanos para poder realizar una consulta médica, que dada nuestra enfermedad, acudimos con frecuencia».

«Debe haber asientos especiales en los aviones»

Una encuesta realizada por el buscador de vuelos Jetcost muestra que el 56% de los españoles cree que las personas con sobrepeso deberían ocupar asientos específicos al viajar en avión. Además, el 80% opina que deberían pagar más por ese espacio adicional. La encuesta preguntaba sobre el motivo más común de molestia y el resultado es que el 45% era porque el pasajero de delante había mantenido su asiento reclinado durante el vuelo, seguido de las protestas de otras personas (38%), niños que no pararon de gritar o llorar (35%), el sobrepeso del pasajero de al lado (23%) y los golpes del pasajero de detrás (13%). El debate lleva un tiempo produciéndose: que se tienen que pagar el doble, o comprar para dos asientos, etc. La respuesta de ASEPO es que debe haber un mínimo de asientos «especiales» que se adapten a su peso. «Así no nos sentiríamos discriminados. Hay que cuidar nuestra seguridad, no solo se trata del tema económico. Imagínate que coja dos asientos y no se pueda cerrar el cinturón, es peligroso». En el ámbito laboral: «No miran tu currículum, miran tu peso» El exceso de peso a menudo va ligado a determinados prejuicios que pueden influir en conductas discriminatorias al buscar trabajo (flojera, conducta sedentaria, realización de algunos trabajos). «No miran tu currículum, miran tu peso», cuenta Díaz.

La Asociación de Personas Obesas pide que a las personas obesas se les adjudique el 33% de discapacidad, ya que así podrían tener «igualdad» a la hora de contrataciones laborales dentro del plan de cuotas, por el que las empresas reciben bonificaciones. «Lo que padecemos es una enfermedad crónica, nos impide realizar determinadas tareas, pero muchas otras no. Esto que proponemos sería justo». La discriminación empeora la salud mental y física La discriminación contra la gente obesa puede contribuir a empeorar los problemas de salud, según un estudio publicado en Social Psychology Quarterly. Markus Schafer, el autor del estudio de la Universidad Purdue ha explicado que «la gente obesa que enfrenta discriminación básicamente tiene un riesgo doble». «Enfrentan riesgos de salud por dos frentes: peligros en la salud relacionada a los efectos fisiológicos de cargar mucho peso, y los efectos relacionados con el maltrato de otras personas. La discriminación y la marginación pueden agravar la situación».

En la misma línea, otro estudio realizado por Angelina Sutin, investigadora de la Escuela de Medicina de la Universidad Estatal de Florida y co-directora de este estudio, afirma que «pese a que algunos pueden pensar que si alguien se siente herido debido a la discriminación, se verá motivado a perder peso y buscar un estilo de vida más saludable, esto no es cierto». Según Sutin, ocurre todo lo contrario: «La discriminación por razón de peso provoca problemas psicológicos serios en la persona que lo sufre». Javier Díaz cuenta que la discriminación provoca problemas emocionales graves. «Nuestra lucha diaria con el peso de por sí ya es difícil. Al final nos aislamos, estamos desahuciados, ni siquiera se considera una enfermedad crónica que debe ser tratada por especialistas».

HISTÓRICO

Enlaces internacionales