EFE. LA VANGUARDIA.- Familiares y representantes de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) han presentado este sábado en el Consulado de Argentina en Vigo las denuncias de diez gallegos deportados a campos de concentración nazis, para sumarse a una querella presentada en ese país.
Un proceso judicial ha sido abierto en Argentina por la jueza María Servini, que visitará España el próximo mes de marzo, sobre los crímenes vinculados a la Guerra Civil y el franquismo por supuesta deportación de detenidos hacia campos de exterminio del régimen nazi.
La coordinara de ARMH en Galicia, Carmen García Rodeja, ha considerado «muy importante que un organismo oficial recoja los testimonios, que haya un sello oficial por primera vez desde que aquello sucedió, que un organismo oficial escuche» porque «nunca nadie ha escuchado a estas personas», ha enfatizado,
Las denuncias atañen a los casos de José Seijas Insúa, de Carral; José Alvedro Villaverde, de A Coruña; Manuel Rodríguez Louro, de Dumbría y Martín Ferreiro Álvarez, de Cerdedo, todos ellos fallecidos en Gusen en 1941; además de Antonio Suárez Blanco, de Malpica de Bergantiños, y Adolfo Bregua, do barrio de Vioño, que consiguieron sobrevivir.
Además figuran las de Victorino Díaz Hortas, de Mosteiro, y Rafael Pardo Vales, de O Corgo-Laxosa; ambos fallecidos en Mauthausen; además de José Sánchez Pardo, cuyo rastro se pierde al entrar en este campo de concentración, todos ellos de la provincia de Lugo.
El mes pasado fueron presentadas otras cinco denuncias de deportados de Pontevedra, y el próximo 6 de abril se presentarán las de la provincia de Ourense.
Según García Rodeja, la investigación de los historiadores Benito Bermejo y Carlos Hernández, expertos en deportaciones, todos esos detenidos fueron enviados a campos de refugiados franceses tras la Guerra Civil española, antes de acabar como prisioneros de Tercer Reich, con la necesaria complicidad de la dictadura franquista.
“Cuando Alemania le pregunta a España qué hacer con ellos, no una vez, sino varias veces, o no se dio contestación o se puso: archívese el caso”, ha asegurado García Rodeja.
Las deportaciones, ha añadido, sucedieron “casualmente” un día después de la visita a Alemania del abogado Ramón Serrano Suñer, cuñado del dictador Francisco Franco, y que ejerció de ministro de Asuntos Exteriores.
Todo ello está minuciosamente documentado en las denuncias presentadas este sábado, en las que constatan que el Gobierno español de la época hizo gestiones para liberar a algunos «amigos de alguien» pero no a todos los presos.
José Luis Alamán Ferreiro, nieto de Martín Ferreiro, una de las víctimas de los campos de exterminio nazi, ha indicado que la denuncia pretende «apartar los eufemismos» y divulgar los «hechos reales» para que «las cosas se denominen por su nombre».
En su opinión, todavía «hay quien tiene miedo a la memoria histórica» y ha señalado que tal vez «los que le tienen miedo son los que tienen algo que ocultar», pero ha advertido de que «recordar es lo que nos impulsa hacia el futuro».
Tanto para los familiares de las víctimas como para el conjunto de la sociedad, «es muy importante que conozcan la historia los -jóvenes- que vienen detrás, sobre todo para que no se vuelva a repetir», ha enfatizado.
En Vigo también ha estado Encarna Díaz representando a su padre, Aurelio Díaz, que sobrevivió a cuatro años y medio de internamiento en Mauthausen, pero no su tío, que acabó en la cámara de gas de Gusen.
Por ello, Díaz ha expresado su agradecimiento a la posibilidad abierta por Argentina, aunque ha considerado que «tenía que ser en España» la que abriera esa vía de investigación de la historia.