La barcelonista Andressa Alves, expulsada en el minuto 74, denuncia que Sheila, del Rayo, le dirigió un insulto xenófobo tras un lance entre ambas. El entrenador del Barça apoya a su jugadora mientras la rayista lo niega y el club madrileño niega los hechos y acusa a la jugadora brasileña de «mentir»
EL MUNDO.- Polémica de contenido supuestamente racista en la Liga Iberdrola de fútbol femenino, concretamente en el Rayo Vallecano – Fútbol Club Barcelona. Corría el minuto 74 de partido y el Barça ganaba 0-4, resultado que sería definitivo, cuando se producía una tangana entre la brasileña azulgrana Andressa Alves y la rayista Sheila.
Tras un pisotón de la jugadora del Rayo, Alves se quejaba amargamente a la colegiada, pero el lance no quedaba ahí: ante algún aparente comentario posterior de la futbolista del equipo madrileño, la barcelonista se iba directa a por ella y tenía que ser aplacada por sus compañeras de equipo.
La árbitro le sacaba automáticamente la tarjeta roja, y Andressa Alves protestaba la expulsión. La explicación, por parte del Barça, la daba posteriormente el entrenador del Barcelona Femenino, Lluís Cortés, que aseguraba a los medios que Sheila había dirigido «un insulto racista» a su futbolista.
«Un tema muy grave»
«Andressa es una jugadora extranjera que recibe un insulto racista durante el partido y eso es un tema muy grave que tenemos que erradicar entre todos», señaló a los medios el técnico azulgrana.
Lluís Cortés, quien dijo «no» justificar la reacción de la internacional brasileña, apuntó que «la gente debe entender que los insultos racistas son muy graves» y pidió «intentar entre todos que esto no suceda más».
Horas después era la propia futbolista del Rayo Vallecano la que respondía en redes sociales: «Aclaro lo sucedido!!!! no se va a manchar mi imagen cuando en ningún momento he dicho insultos racistas a la jugadora del Barça.. Espero que un club como el Barça deje de manchar la imagen de una jugadora que solamente quiere disfrutar de su sueño que es el jugar al fútbol, Gracias».
Más tarde, el propio club rayista emitía un comunicado en el que negaba «rotundamente» que existieran «ofensas o insultos racistas», y lo hacía «tras analizar detenidamente las imágenes del incidente» que, reza la nota del Rayo, «se produce a aproximadamente un metro de la colegiada, la cual no escucha nada».
De remate, la entidad asegura que Alves se dirigió tras el partido «al vestuario arbitral para tratar de justificar con una mentira inaceptable una acción violenta injustificable contra otra jugadora, mintiendo sobre un tema tan sensible como el racismo».