EFE. LA VANGUARDIA.- La ONG Avaaz denunció este martes una campaña de odio e incitación a la violencia en la red social Facebook contra las minorías del estado de Assam, en el noreste de la India, donde un controvertido censo de ciudadanía publicado en agosto excluyó a casi dos millones de personas.
Los musulmanes de origen bengalí «suelen ser el blanco de este odio en Facebook, con contenido que los trata de «criminales», «violadores», «terroristas», «cerdos» y «perros», aseguró Avaaz en su informe «Megáfono del Odio».
Este tipo de contenidos, que según la ONG se extienden también a otras minorías de Assam y fueron compartidos por más de 100.000 personas y vistos 5,4 millones de veces, aparecen en medio de la incertidumbre generada por la publicación del Registro Nacional de Ciudadanos (NRC).
El censo final fue publicado el pasado 31 de agosto y confirmó la nacionalidad de 31,1 millones de habitantes que pudieron probar que ellos o sus padres viven en el territorio desde antes de 1971, tras un largo y polémico proceso.
Pero 1,9 millones de personas quedaron fuera del registro y están en riesgo de ser declarados extranjeros y enviados a campos de detención, en un estado con un fuerte sentimiento antiimigrante.
Avaaz denunció que casi un 26,5 % de las 800 publicaciones y comentarios relacionados con Assam que revisó para su informe «probablemente quebrantaba las propias normas de Facebook en materia de discursos de odio».
Los encargados de sembrar la discordia en la red social también están obsesionados con proteger a las mujeres indias de los «extranjeros obsesionados con la violación», un tema recurrente según la ONG.
La raíz del problema para Avaaz es que tanto Facebook como el Gobierno indio no están haciendo bastante para luchar contra la incitación al odio.
«Facebook es cómplice de la persecución de uno de los colectivos más vulnerables del mundo», según Alaphia Zoyab, coordinadora de campañas de Avaaz, ya que por el momento se apoya en la inteligencia artificial para identificar estos contenidos y se ha mostrado poco eficaz.
El Gobierno indio también debe demostrar «de qué manera está aplicando las leyes para investigar y perseguir estos discursos de odio», instó Avaaz.
Organizaciones como Amnistía Internacional han cuestionado la imparcialidad del censo, mientras que la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, apuntó al clima de ansiedad e incertidumbre provocado entre los excluidos de la lista.