Un joven de origen marroquí acusa a otro alumno de haberle llamado «moro»
ANDRÉ S. ZAPATA. LA VOZ DE GALICIA.- A primera hora de la mañana del pasado viernes, en el exterior del CEIP Luis Pimentel de Lugo, tuvo lugar un incidente con posibles tintes racistas. Fue en un encontronazo entre dos adolescentes, con la intervención del padre de uno de ellos y denuncias cruzadas. A las puertas del colegio, mientras los alumnos esperaban para entrar haciendo cola, uno de los niños vio pasar a otro adolescente por la zona en la que se encontraba, de camino a un instituto cercano. En ese momento, el alumno le gritó al chico, de origen magrebí, «moro». El presunto emisor del mensaje cursa sexto de primaria y estaba acompañado de su padre en ese momento.
El otro joven, que ya cursa secundaria y por tanto es algo mayor, no se tomó muy bien el insulto y avanzó hacia el niño hasta agarrarlo. Pero, según la denuncia presentada en el juzgado por el chaval insultado, en ese momento el padre del niño le habría propinado un manotazo.
La denuncia del padre
Sin embargo, el padre también presentó denuncia porque supuestamente su hijo también habría sido agredido y tendría incluso un hematoma. Y además, no solo denunció al joven de origen marroquí sino que la denuncia también implicará al propio CEIP Luis Pimentel, ya que considera que el centro sería el responsables de mantener la seguridad de los alumnos en el exterior del centro.
En definitiva, el joven que fue insultado denunció no solo el insulto racista sino una presunta agresión física por parte del padre del otro chaval, mientras el padre denunció que la agresión fue contra su hijo, con lesiones, y las posibles responsabilidades del colegio. Dado que había muchos niños esperando para entrar al colegio, varios fueron testigos del suceso y probablemente sus testimonios sirvan para aclarar los hechos.
Las acciones del colegio
El centro, por su parte, abrió una investigación interna de inmediato. El equipo directivo se puso manos a la obra para buscar ya testigos de los hechos entre los alumnos y tratar de aclarar la situación. El equipo directivo dijo ayer a través de uno de sus miembros que prefería no hacer ningún tipo de declaración sobre los hechos. Uno de los extremos a aclarar será si el colegio tiene algún tipo de responsabilidad en un suceso que se produce fuera del recinto y antes de la hora de inicio de clase, durante el tiempo de espera.
Por lo tanto, una de las claves de la posible responsabilidad del centro reside en la ubicación y la hora en la que transcurrieron los hechos denunciados. Al no haberse iniciado el período lectivo, el colegio podría estar eximido del deber de proteger las entradas del mismo, y más teniendo en cuenta que el protocolo actual de entrada y salida del recinto por parte de los alumnos debido a la pandemia del coronavirus exige centrar toda la atención durante ese tramo del día al correcto funcionamiento de esas medidas.
Por su parte la Fiscalía de Menores confirmó ayer que está estudiando el caso y las denuncias presentadas, pero que por ahora no había nada que decir, evitando entrar en detalles, como suele ocurrir en los casos donde hay menores de edad implicadas.