Por la irrupción en una ceremonia ecuménica. El INADI realizó una presentación judicial por considerar que el ataque puede ser interpretado «como incitación al odio religioso.»
INFONEWS.- El Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) presentó ayer una denuncia penal a raíz de lo sucedido durante la noche del martes en la Catedral Metropolitana, cuando con aplausos y cantitos un grupo de católicos radicales buscó interrumpir una ceremonia conmemorativa de La noche de los cristales rotos, considerado el inicio del Holocausto. Diputados y entidades religiosas repudiaron el accionar.
Los incidentes (del martes) «constituyen una cabal muestra de intolerancia religiosa que no merece contemplación alguna y debe ser firmemente rechazada”, sostuvo el interventor del organismo, Pedro Mouratian. El INADI intervino de oficio ya que los sucesos «pueden interpretarse como una incitación al odio religioso, reprimida con pena de prisión por la Ley de Actos Discriminatorios Nº 23.592».
La denuncia penal está radicada en la Unidad de Intervención Temprana del Ministerio Público de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo del fiscal Walter Eduardo López.
Los hechos se iniciaron cuando el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, comenzaba la liturgia del acto, organizado por la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso y la B’nai B’rith Argentina. En ese momento, un grupo de jóvenes comenzó a gritar frases como «¡Esto es una profanación de la casa de Dios!» o «¡Esto Dios no lo quiere!» Algunos de ellos estaban vestidos de sacerdotes.
Además, tiraron panfletos con las consignas «Fuera adoradores de dioses falsos del templo santo» o «Los pastores que llevan a los hombres a confundir el Dios verdadero con dioses falsos son lobos.» El repudio del grupo fue difundido días atrás por las redes sociales.
El capítulo local de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocasuto (AIMH), conformado por Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el Ministerio de Educación, y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto junto a diversas organizaciones de la comunidad judía y del diálogo interconfesional repudió los graves incidentes. Por su parte, el rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, Rabino Abraham Skorka, pidió que «estas cosas no ocurran nunca más» y consideró que «hay un grado de intemperancia, de falta de diálogo instaurado en otros aspectos en la sociedad que inspiraron a esa gente a cometer este error».
«Esto de ninguna manera refleja lo que es la sociedad argentina, esto es un grupo de personas que trajo una manifestación.
La sociedad argentina en lo referente específicamente a estos puntos, a la Shoá, al diálogo interreligioso, en su mayoría sabe mantener estos estandartes bien altos», aseguró el religioso.
El rabino Sergio Bergman, uno de los participantes del encuentro en la Catedral Metropolitana, afirmó que repudia «el accionar lamentable de grupos marginales de fundamentalistas católicos» que interrumpieron la liturgia. «Cuando los reaccionarios reaccionan» es «señal» de que se va «por el buen camino que predica el Papa Francisco», señaló. «Ante estas agresiones y esta provocación, hoy con lucidez jesuita y corazón franciscano respondamos fieles a los preceptos de la Torá y a la tradición rabínica de nuestros sabios, a ser instrumentos de la paz», instó.
Anoche, la Cámara de Senadores aprobó un proyecto de Declaración para expresar su “enérgico repudio” a la acción del grupo de ultraderecha católica. “El Senado expresa su pesar y su profundo rechazo a tales acciones intransigentes frente a un encuentro interreligioso en paz y comunión espiritual”, refiere el proyecto.
La Legislatura porteña tratará hoy, en sesión ordinaria, una declaración de repudio por los hechos. Según informaron fuentes parlamentarias, los diputados tienen prevista la aprobación de una declaración que contiene los proyectos presentados por los legisladores Victoria Morales Gorleri, Daniel Lipovetzky, Juan Cabandié y Claudio Presman.
«Repudiamos enérgicamente el accionar lamentable de grupos fundamentalistas que lejos están de lo que propone el magisterio de la Iglesia y que profesamos muchos católicos. Es nuestro deber como ciudadanos y legisladores denunciar aquellos actos que ofenden y agravian a nuestra sociedad», expresó Morales Gorleri.
La Noche de los cristales rotos o Kristallnacht refiere a los hechos ocurridos el 9 de noviembre de 1938, cuando grupos organizados saquearon e incendiaron negocios, instituciones y sinagogas de Alemania, Austria y el sudeste de Checoslovaquia, países ocupados por tropas alemanas. Esa noche, alrededor de 90 mil judíos fueron asesinados y otros 30 mil arrestados y deportados a los campos de concentración, dando comienzo así al Holocausto judío o Shoá.
La ceremonia del martes en la Catedral reunió a referentes de distintas religiones para recordar el hecho, y un grupo intentó detener el oficio ecuménico por considerar que se trataba de una “profanación de la casa de Dios”, entre otros argumentos.
Los grupos católicos autodenominados «tradicionalistas» (como el que activó en la Catedral) son conocidos por su rechazo al Concilio Vaticano II, que entre 1962 y 1965 promovió una modernización de la Iglesia Católica. El obispo inglés excomulgado por Juan Pablo II, Richard Nelson Williamson, fue la principal referencia en nuestro país hasta que fue expulsado en 2009 por su negación del Holocausto.