Euronews.- El número de delitos de odio en Estados Unidos aumentó el año pasado hasta alcanzar el nivel más alto en más de una década, impulsado por un alza en las agresiones dirigidas a víctimas negras y de ascendencia asiática, informó el lunes el FBI.
Los datos de 2020, enviados al FBI por más de 15.000 agencias policiales de todo el país, identificaron 7.759 delitos de odio en 2020, un aumento del 6% con respecto a 2019 y el mayor recuento desde 2008.
Los datos del FBI mostraron que el número de delitos contra las personas negras aumentó a 2.755 desde 1.930 y los incidentes contra las personas de ascendencia asiática saltaron a 274 desde 158.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha advertido que los grupos de supremacistas blancos representan una amenaza creciente para la seguridad tras el mortal asalto del 6 de enero al Capitolio.
Al mismo tiempo, también han aumentado los reportes de ataques de odio contra los estadounidenses de origen asiático e isleños del Pacífico, estimulados por lo que muchos dicen que fueron comentarios incendiarios del expresidente Donald Trump, que culpaba a China de la pandemia del COVID-19.
En mayo, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, esbozó nuevas medidas para ayudar a las policías estatales y locales a rastrear e investigar los delitos de odio, que históricamente han sido un delito poco denunciado al FBI por las fuerzas del orden locales y pidió que el departamento agilizara la revisión de posibles delitos de odio.