EFE. LA VANGUARDIA.- La ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, ha instado hoy a los dirigentes políticos a ser «extraordinariamente responsables» para no banalizar declaraciones que incitan al odio porque, ha advertido, ese discurso «nutre la violencia» y puede generar confrontación social.
En la inauguración de un curso sobre asistencia a las víctimas especialmente vulnerables de los delitos de odio, Delgado ha recordado que en los últimos 75 años la incitación al odio ha sido precursora de atroces crímenes, delitos de genocidio, y ha recalcado que los políticos no deben «frivolizar» con determinadas declaraciones, aunque ha eludido hacer referencia concreta a nadie.
«El discurso del odio nutre la violencia, el fanatismo, la marginación, la exclusión, la desigualdad, la intolerancia», ha subrayado.
A su juicio, luchar contra los delitos de incitación al odio es «una política de Estado, de identidad democrática».
Según el último balance del Ministerio del Interior, en 2018 se registraron 1.598 delitos de odio, un 12,6 % más que el año anterior: el 37 % por motivos ideológicos, el 32 % por racismo y el 16 % por la orientación sexual o la identidad de género.
Las cifras, ha apuntado, son «preocupantes», pero la lectura positiva del aumento es que existe una mayor concienciación y más valentía para denunciar.
Preguntada por las críticas de las víctimas del terrorismo a la exposición del etarra Jon Bienzobas en Galdakao (Bizkaia), ha recordado que la Audiencia Nacional ha entendido que no existe enaltecimiento o un delito perseguible y ha mostrado su respeto a la resolución «proporcionada» y tomada por el juez competente.
Ha hecho hincapié no obstante en la necesidad de tener una «extraordinaria sensibilidad» con todas las víctimas, que merecen «todos nuestro acompañamiento y toda nuestra solidaridad siempre».