El Mundo.- La Policía Nacional ha detenido a cuatro pandilleros, presuntos responsables de una agresión con machetes a dos jóvenes de Guinea Ecuatorial en el distrito de Villaverde, Madrid. El incidente, ocurrido el lunes por la noche, habría sido una represalia dirigida contra un objetivo equivocado por un tiroteo previo entre bandas rivales. Un ajuste de cuentas que se produce en un clima que los expertos califican como «un repunte de la violencia» que ya se esperaba para las bandas latinas este verano.
Los hechos se desarrollaron alrededor de las 21:00 horas en la calle Palomares, cercana al parque Huerta del Obispo. Las víctimas, recién llegadas de una piscina municipal, fueron interceptadas por cuatro individuos que, al grito de «Baja 7», lema asociado a la pandilla de los Trinitarios, los atacaron con machetes.
El grito de «Baja 7» hace referencia a los siete preceptos recogidos en la «Biblia» de esta banda que son: «unidad; paz y amor; respeto; códigos; decisión y coraje; dignidad y orgullo; y Dios con nosotros».
Según ha informado una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, uno de los jóvenes sufrió graves heridas en la muñeca y cortes en los dedos, mientras que su compañero padeció lesiones leves. Tras la agresión, los atacantes huyeron precipitadamente del lugar.
Gracias a la rápida intervención policial y a las descripciones aportadas por las víctimas y testigos, los agentes lograron localizar y detener a los presuntos agresores, identificados como miembros de los Trinitarios.
Para este ataque, los Trinitarios emplearon una de las armas más habituales en este tipo de ataques: los conocidos como bolomachetes, cuchillos de grandes dimensiones que pueden comprarse sin ninguna clase de control a través de Internet por tan solo 14 euros.
VENGANZA POR EL TIROTEO EN UNA PIZZERÍA DE DELICIAS
Fuentes policiales indican que la agresión fue una respuesta a un tiroteo reciente en una pizzería del distrito de Arganzuela. En dicho incidente, ocurrido el pasado martes en el Paseo de las Delicias, un joven de 16 años, integrante de la banda rival Dominican Dont Play (DDP), abrió fuego con una escopeta de cañones recortados, hiriendo a un miembro de los Trinitarios.
El menor se entregó horas después en la comisaría de Latina, acompañado de un adulto. Este tiroteo, grabado por las cámaras de seguridad del local, mostraba al pistolero disparando a quemarropa a tres jóvenes sentados en una mesa, hiriendo a uno de ellos en la parte baja de la espalda.
Las autoridades confirmaron que el atacante del tiroteo es un miembro activo de los DDP y creen que la agresión de esta semana en Villaverde fue una venganza planificada. Sin embargo, los agredidos del lunes no tenían ninguna vinculación con el mundo de las bandas latinas, lo que señala un error en la identificación por parte de los atacantes.