ALFONSO L. CONGOSTRINA. EL PAÍS.- Los Mossos d’Esquadra han detenido a cuatro personas, entre ellas dos dependientas de la librería filonazi Europa, ubicada en el barrio barcelonés de Gràcia y propiedad del polémico librero neonazi Pedro Varela Geiss. Los agentes registraron la tienda de libros y un piso del propietario situado en el Vallès Occidental. La operación arrancó ayer por la mañana y se llevó a cabo por la policía catalana en colaboración con la fiscalía contra el odio y la discriminación.
Fuentes cercanas al caso explicaron que, a parte de las dos dependientas también arrestaron a dos miembros de la Asociación Cultura Editorial Ojeda. Una entidad con sede social en la misma dirección que la librería, en la calle Séneca 12 de Barcelona. Desde la librería y la asociación vendían físicamente y, a través de una web, libros que, presuntamente, promueven el odio y la discriminación por razón de ideología, creencia o religión.
Los cuatro arrestados tenían varias funciones, tanto en la librería como en la asociación. Según estas fuentes, existen indicios para acusarlos de un delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas. Varela no está entre los detenidos ya que cuando registraron su domicilio se encontraba de viaje con una hija menor de edad. El librero de ideología neonazi ha asegurado que se personará mañana sábado en la comisaría donde muy probablemente quedará detenido.
Entre los grupos de ultraderecha se desató la polémica desde primera hora de la tarde. Uno de los más activos contra la actuación de los Mossos d’Esquadra fue el líder de Democracia Nacional, Manuel Canduela, que condenó la actuación argumentando en las redes sociales que “vender libros jamás puede ser delito en democracia”.
Varela, es un viejo conocido de la justicia. En 2010 fue condenado a casi tres años de cárcel por difundir ideas genocidas mediante la venta de libros de temática nazi. Anteriormente, había sido condenado en primera instancia a cinco años de cárcel por negar el Holocausto y provocar el odio y la violencia.
El Tribunal Constitucional, sin embargo, acabó dictando en 2007 que la negación del genocidio no es delito y la Audiencia de Barcelona rebajó la pena hasta los siete meses de prisión. Varela también afronta un proceso judicial por vender Mi lucha, de Hitler, sin autorización de la región de Baviera, el land alemán que poseía hasta el año pasado los derechos de autor.