Cuatro de cada diez delitos de odio denunciados en 2022 no llegaron a esclarecerse

| 31 julio, 2023

NEWTRAL.- El 37% de los hechos de odio reportados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en 2022 no pudieron ser esclarecidos, según indican los datos del Informe sobre la evolución de los delitos de odio en España del Ministerio del Interior. 

Estos delitos quedaron sin aclararse porque no hubo detención del autor in fraganti o no existe una confesión verificada, pruebas sólidas o una combinación de ambos elementos, aunque las causas no siempre están claras, como apunta el organismo. 

En mayor porcentaje, este fenómeno también ocurre con la criminalidad general. Los datos del 2021 muestran que un 65% de estos delitos no fueron esclarecidos. 

Indicios para probar la motivación: una dificultad añadida para esclarecer delitos de odio

Entre las causas de este fenómeno, Juan Alberto Díaz, abogado y profesor de Derecho Penal de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), señala que “el problema de esclarecimiento ocurre con todos los delitos porque no todo lo que se denuncia como delito es delito, no hay condenas porque no hay un actor conocido, la policía no tiene capacidad de investigación o hay problemas por tecnicismos”.

Díaz aclara que en el caso de los delitos de odio “el mayor problema es que hace falta comprobar que han ocurrido con un motivo particular”. Es decir, la investigación debe comprobar que el delito no se ha cometido por un conflicto común entre los implicados, sino porque se ha buscado atacar a alguien por su condición personal. 

El profesor de la UAM indica que “los indicios para probar la motivación no suelen encontrarse al ser muy subjetivos. No es fácil poder conocer lo que el autor estaba pensando en el motivo del delito. Se necesitan pruebas verbales o elementos en posesión del agresor”.

Marc Latorre, profesor de Penal y Criminalística de la Universidad de Barcelona, explica que “suelen entrar en esta estadística comportamientos varios multados por la Ley de Igualdad, la Ley de Discriminación en el deporte y multas por acoso”.

El bajo porcentaje de esclarecimiento en estos delitos se da, según Latorre, debido a que “los responsables de delitos leves son más difíciles de identificar. Además, si no existen partes médicos, pruebas grabadas o en redes sociales, es más difícil continuar con la investigación”.

Ideología, edad y sexo: ¿Por qué algunos delitos de odio son tan dificiles de esclarecer?

Hay delitos que son más difíciles de esclarecer que otros. El porcentaje varía del 60% en los casos de discriminación generacional, hasta un 0% en los de antisemitismo, que todos llegaron a esclarecerse, con los datos de 2022. La categoría de «infracciones administrativas y resto de incidentes», que registra la tasa más alta, abarca comportamientos de odio o discriminación que no constituyen delitos penales al ser menos graves, pero que son sancionados con multas monetarias. Le siguen los delitos de odio por ideología (53%) y discriminación por razón de sexo y género (47%).

Latorre indica que cuando se produce un delito de discriminación generacional, “al igual que los delitos por aporofobia, lo sufren colectivos de extrema vulnerabilidad. La detección es complicada porque para una persona mayor es difícil hacer una denuncia y dar pruebas”.

En el caso de los delitos de ideología, Díaz añade que “es difícil poder comprobar que se ha cometido un delito por esta tipología debido a que expresiones o indicios de un agresor pueden estar amparados por el derecho de la libertad de expresión. Es por esta razón que los discursos de odio en las redes sociales son complicados de penalizar”.

La dificultad para aclarar los delitos de odio por discriminación por razón de sexo y género se debe a que también son investigados como delitos de violencia de género. Díaz señala que “si la víctima de la agresión es la pareja del agresor, el delito se penalizará por violencia de género”.

La cifra negra de los delitos de odio

Los delitos de odio han experimentado un aumento en los últimos años, pero todavía hay casos que no se están reportando. La primera encuesta sobre delitos de odio, realizada en 2021 por el Ministerio del Interior, reveló que el 89% de personas encuestadas que sufrieron de un delito no lo denunciaron.

María Pina Castillo, educadora social e investigadora del estudio sobre infradenuncia de los delitos de odio realizado por la Asociación Columbares para personas en riesgo social, explica que “las personas no denuncian por el miedo y la normalización existente del discurso de odio. Si una persona todo el tiempo ha recibido agresiones verbales y físicas, se normaliza la discriminación y a veces piensan que lo merecen”.

Castillo considera que la falta de denuncia hace “muy difícil saber si el aumento de las denuncias por delito de odio son por un aumento de ellas o porque más personas están denunciando”, aunque reconoce que se ha visto un un aumento de la normalización del discurso de odio a nivel político antes ciertos discursos.

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