Resulta oportuno recordar la declaración de la Carta de Naciones Unidas en la que expresaba “Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas, resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, E…] a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, […] y con tales finalidades a practicar la tolerancia ya convivir en paz como buenos vecinos.
Valorar en un mundo globalizado, en una sociedad abierta como la española, la importancia de la convivencia requiere trascender de cualquier simplificación de su significado. Convivir no es solo cohabitar, no es un simple vivir en compañía de otros. Convivir es aceptar la diversidad, valorar la tolerancia y comprometerse solidariamente con el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin distinciones por raza, género, lengua, origen nacional, religión o discapacidad, así como en el combate contra la intolerancia. Es imposible la convivencia democrática si no se fundamenta en los valores de Tolerancia y Solidaridad.