Confilegal.- «Consideran que, por ser nacionalistas, ostentan un poder sin límites y pueden vulnerar los derechos de las personas», denuncia la eurodiputada y señala que «no atender a los requerimientos del Defensor del Pueblo supone incumplir la ley».
Maite Pagazartundúa, eurodiputada de Ciudadanos y vicepresidenta de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE) del Parlamento Europeo, celebra que el Defensor del Pueblo haya dado un ultimátum a la Generalitat de Cataluña por ignorar su requerimiento de facilitar la información relativa a la campaña ‘No em canviïs la llengua’ (No me cambies de lengua) que promovía seguir hablando catalán incluso a aquellas personas que no la dominen.
El Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, recuerda que de seguir con esta actitud, el ejecutivo autonómico catalán incurrirá en una “actitud hostil y entorpecedora” por falta de “colaboración” institucional.
Maite Pagazaurtundúa envió en febrero de 2020 sendas cartas al Defensor del Pueblo, a la Defensora del Pueblo Europeo, Emily O’Reilly, y al director de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, Michael O’Flaherty, en las que advertía de que esta iniciativa impulsada por el Gobierno catalán es «una campaña de intervención sociolinguística, con bases de ingeniería social, con tintes racistas y xenófobos, así como fobia hacia una de las lenguas cooficiales» en Cataluña, el castellano.
La eurodiputada les transmitió que esta campaña pretende “concienciar a los catalanohablantes de no cambiar de lengua cuando cree, ya sea por el acento o los rasgos físicos, que el interlocutor no nació en Cataluña”.
“Es una iniciativa lanzada con el objeto de revertir, de forma invasiva e intolerante, la costumbre de hablar en castellano a aquellas personas nacidas en el extranjero”, aseguró en su misiva, en la que explicaba sobre esta campaña que, por ser nacionalistas creen que pueden ostentar un poder sin límites y hacer uso de la ingeniería social sobre los comportamientos y vulnerar los derechos de las personas, y que no pasa nada».
«Se comportan, pues, de forma esencialista y contrariamente al pluralismo de una sociedad democrática”, sentencia.
Pagazaurtundúa ve «muy positivo que el Defensor del Pueblo se haya mostrado sensible y haya requerido explicaciones a la Generalitat», pero también señala que «es muy mala señal que la Generalitat ni siquiera haya respondido».
«Todo no vale», destaca Pagazaurtundúa, y manifiesta que «no atender a los requerimientos del Defensor del Pueblo supone incumplir la ley y premeditadamente entorpecer el trabajo de la institución».
Según Maite Pagazaurtundúa, esta campaña «viola la Constitución y la Carta europea de Derechos Fundamentales» y «promueve comportamientos discriminatorios hacia personas de determinado ‘aspecto físico’ o ‘nombre’ alentando tendencias racistas y xenófobas”.
La iniciativa ‘No me cambies la lengua’ se presentó públicamente en septiembre de 2019. Según informa la Dirección General de Política Lingüística en su web, persigue «concienciar a los catalanohablantes de que no cambien de lengua cuando crean, ya sea por el acento o los rasgos físicos, que su interlocutor no nació en Cataluña».
Para Pagazaurtundua, lo que busca esta campaña es «revertir la costumbre de hablar en castellano en Cataluña a personas nacidas en el extranjero», y para ello recurre al aspecto físico.
La eurodiputada destaca que «el ‘profiling’, o actuación basada en el aspecto, es una de las prácticas más rechazadas en la Unión Europea en todo tipo de políticas públicas -incluidas materias de seguridad pública- porque supone la asunción de prejuicios colectivos y atavismos contra personas individuales que, en una sociedad democrática, plural y abierta son detentoras de la misma dignidad y derechos».
Sostiene que esta iniciativa supone, además, la «promoción de una lengua cooficial sin tener en consideración el derecho a la libertad de expresión en una sociedad abierta, plural y democrática, puesto que limita la capacidad de expresión de personas a sabiendas».
Para Maite Pagazaurtundúa, esta campaña afecta a los artículos 3, 13 y 20 de la Constitución española, así como los artículos 11, 21 y 22 de la Carta de Derechos Fundamentales, pues «se afecta a la libertad de expresión y se alienta la discriminación”.
Por tanto, concluye que la campaña ‘No em canviïs la llengua’ es «contraria a la ley, discriminatoria y excluyente de una parte de los ciudadanos, dañando la convivencia y la integración en la sociedad de las personas que no conozcan el catalán».
Recuerda que el artículo 3 de la Carta Magna establece que el castellano es la lengua española oficial del Estado y que todos los ciudadanos tienen el derecho a usarla, y señala que las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.
También destaca que el artículo 13 establece que los extranjeros gozarán en España de libertades públicas que gozan los españoles, en los términos fijados por los tratados y la ley.
Recuerda, asimismo, que en la Carta Europea de Derechos Fundamentales, el artículo 11 reconoce el derecho a la libertad de expresión de todas las personas, lo que incluye la libertad de recibir o de comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber injerencia de autoridades públicas, y los artículos 21 y 22 prohíben toda discriminación, en particular la ejercida por razón de sexo, raza, color, orígenes étnicos o sociales, y expresamente señala como derecho el respeto a la diversidad lingüística.
La vicepresidenta de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo hace hincapié en que «la promoción de las lenguas cooficiales debe basarse en el respeto de las libertades personales y evitar actitudes fóbicas contra otras manifestaciones lingüísticas».
«Vamos a seguir trabajando hasta que el sectarismo termine», concluye.
En su día, a raíz de esta campaña, el diputado de Cs Guillermo Díaz señaló que «el nacionalismo catalán es, desde sus orígenes, profundamente racista», aunque después «devino en un nacionalismo lingüístico».
«En el fondo, lo que tienen dentro es ese supremacismo y ese racismo que hizo nacer las ideas nacionalistas en Cataluña», que se pone de manifiesto «cada vez que se exceden en su sinceridad o se olvidan de disimular», ha manifestado.
Y dijo que «no es casualidad que Junqueras hable de los genes distintos de los catalanes, que Torra llame bestias taradas a quien habla castellano o que Anna Erra hable del catalán autóctono o del aspecto físico».
«Es una unidad en el discurso, es racismo», sentenció.