Público.- “¡Qué asco de raza!”, “todas las gitanas son ladronas”, “sois más perros que los perros”. Los mensajes de odio contra la población gitana están aumentando en las redes sociales. Un informe de la Fundación Secretariado Gitano refleja un incremento del 15% en el último año en este tipo de mensajes. Algunos acaban en el juzgado y con una condena, otros simplemente los borran las plataformas digitales o ni siquiera eso.
El último episodio más descarnado ha sido la utilización de la desaparición de un joven en Sevilla el pasado 12 de octubre para difundir mensajes en redes y chats de mensajería instantánea en los que se achacaba su muerte a la venganza de unos gitanos, una muerte que fue causada por una electrocución accidental con la catenaria de un tren. Agitadores de la ultraderecha como Vito Quiles, con 159.000 seguidores en X (antes Twitter) y Alvise Pérez fueron los principales difusores de esos bulos, que la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Fakali ha denunciado en la Fiscalía General del Estado como posible delito de odio.
Redes sociales como X, Instagram, Youtube o Facebook y canales de mensajería instantánea como Whatsapp o Telegram difunden con una velocidad de vértigo mensajes de todo tipo, algunos con un contenido que llega a ser delictivo por el desprecio que transmiten hacia una persona o un colectivo. La Fundación Secretariado Gitano analiza cada año los mensajes que hacen referencia a la comunidad gitana, formada, según sus estimaciones, por unas 725.000 personas, en torno al 1,5% de la población española. Y los resultados del último informe son bastante preocupantes.
Como parte de un seguimiento que hace la Comisión Europea sobre el código de conducta que firmaron las empresas de internet para retirar el discurso de odio, esta organización encontró en 2022 un total de 217 casos de mensajes denigrantes contra la población gitana en redes sociales en España, un 15% más que en 2021. Estos casos triplican los que se registran en medios de comunicación y en el acceso a bienes y servicios, quintuplican los de discriminación en el empleo y multiplican por doce los que se producen en el ámbito policial. El incremento se produjo, además, justo en el año en que por primera vez el discurso de odio antigitano fue el más frecuente en Europa, por encima del antisemita, homófobo o islamófobo.
“Algunos de ellos son casos de una extrema gravedad, dado que incitan a la violencia o incluso al exterminio de las personas gitanas, o se las deshumaniza comparándolas con animales”, afirma Secretariado Gitano en su informe Discriminación y Comunidad Gitana 2023, en el cual advierte: “este tipo de mensajes, además de ser ilegales y de dañar gravemente el honor y la dignidad de las personas gitanas, pueden provocar un paso a la acción, es decir, que se cometan actos graves de ataques y violencia contra hombres o mujeres, incluso niños y niñas gitanas”.
Mensajes en Facebook: «asco de raza«
Los mensajes registrados en este informe tienen un contenido altamente vejatorio, pero aquí se publican como la muestra palparía de un discurso de odio que circula por las redes sociales contra una parte de la población. Sara, en Facebook, se pregunta “¿perdón al pueblo gitano? Son ellos quienes deberían de agradecer de rodillas que los currantes les paguemos piso y comida por su cara bonita”, se responde ella misma. Y uno que se identifica como Abel dice “hasta cuándo vamos a tener que mantener a escoria de este tipo. Este tipo de gentuza no trabaja porque lo llevan en el ADN”. Jaime resume lo que piensa con la frase “asco de raza” y Andoni se cuestiona “si no se pueden desterrar a los gitanos de la isla”.
En el antiguo Twitter los mensajes antigitanos son también muy abundantes, como muestra el informe. Tini, por ejemplo, se pregunta ¿hay algo peor que los gitanos de mierda?, Olaia afirma que “los gitanos son como los piojos, no desaparecen nunca” y Raúl los compara con las cucarachas, “no mueren ni por coronavirus ni por asfixia. Seguro que sobrevivirían a una bomba nuclear”. Y en Instagram se pueden leer cosas como esta: “en mi barrio hay muchas armas pero más no harían falta pa acabar con esta panda de subnormales y os lo digo a vosotros que no tenéis ni puta idea de convivir con gitanos”.
Según Secretariado Gitano, la mayoría de esos mensajes, el 79%, fueron retirados por la plataforma tras la denuncia presentada por la fundación, que valora positivamente el creciente compromiso de estas empresas para atajar el discurso antigitano. Sin embargo, se lamenta de que la respuesta a sus demandas es irregular y cita el caso de X (Twitter), que muestra “un nivel de retirada muy bajo en comparación con el resto de las redes sociales.
Condena de cárcel por comentarios en el foro Burbuja.info
Algunos de estos mensajes de odio contra el pueblo gitano han sido llevados los juzgados por su especial gravedad y en algún caso ha sido condenado el responsable, aunque otros han sido archivados con el argumento de que no hay pruebas contra los acusados.
El juzgado de lo Penal número 1 de Ourense condenó en 2021 en sentencia firme, tras la conformidad del acusado con los hechos, a un año de prisión por un delito de incitación al odio a una persona que difundió en el foro de internet Burbuja,info una serie de comentarios atentatorios contra la comunidad gitana. Como pena alternativa, el acusado tuvo que realizar un curso de concienciación contra el racismo.
El condenado, con nombre de usuario Los-Liadora, escribió en el foro mensajes como estos que aparecen destacados en la sentencia: “al que había que reportar es a ti, por mentir diciendo que ese hijo de puta no es gitano”, “por que esta escoria pide tanto a gritos ser exterminada, es algo que no entiendo”; “hay que matar” y “400 euros por llevar al niño gitano al cole”.
Otro caso de mensajes de odio difundidos a través de ese mismo foro de internet se encuentra a la espera de la resolución de un juzgado de Madrid, según Secretariado Gitano, que como en el anterior ejerce la acusación particular. Un usuario de Burbuja.info escribió “exterminar a los gitanos de una vez por todas” y “a la cámara de gas y hacer jabón con ellos”, sin que los responsables de esa plataforma ejerciesen ningún tipo de censura ni filtro para evitar que se publicasen tales comentarios.
Sobreseído un caso en el que se llamaba a la extinción
Otros casos, sin embargo, han acabado archivados. Por ejemplo, el de una serie de audios difundidos a través de Whatsapp a raíz del fallecimiento de una persona gitana en un hospital de Cádiz, en los que se instaba a no acudir a las tiendas de un barrio de La Línea con población mayoritariamente gitana. Se propalaba en los audios que el fallecido se había contagiado de covid y, pese a estar en aislamiento, había ido a comprar a un supermercado. “Con los gitanos, que no guardan el aislamiento, esto se extiende como la pólvora, Intentad ir lo menos posible a comprar a las tiendas”, decía.
La fiscalía abrió diligencias por este caso denunciado como delito de odio, sin embargo, el juzgado encargado de instruir la denuncia la archivó en abril de 2022. También archivó otra denuncia un juzgado de Jaén por unos comentarios en Twitter y Facebook sobre unos vídeos en los que aparecían unas personas, aparentemente de etnia gitana, bailando en la calle. Comentarios como “qué se puede esperar del peor ganado de España”, “putos gitanos, son un cáncer” o “espero que sean los primeros en extinguirse” no fueron considerados como un delito de odio al no estar debidamente justificada su perpetración, según el juez encargado del caso, que, tras el recurso del fiscal y las declaraciones de los investigados, archivó las actuaciones en julio de 2022.
La abogada de Igualdad y no discriminación de la Fundación Secretariado Gitano, Selene de la Fuente, señala que la pandemia de la covid marcó un impulso de los discursos de odio contra la población gitana, a la que algunos culpabilizaron de la propagación del virus. Un caso muy sintomático fue el sucedido en la localidad cántabra de Santoña, tras decir su alcalde en pleno confinamiento que cinco de los seis muertos por covid en el municipio eran gitanos. Esas declaraciones fueron la chispa que encendió un reguero de mensajes incendiarios contra la comunidad gitana.
Según Selene de la Fuente, la causa de ese odio se halla, fundamentalmente, en el desconocimiento de la comunidad gitana, de sus valores y de su cultura, lo que crea estereotipos y prejuicios que luego se divulgan a través de discursos como los que se propagan con mensajes y comentarios vejatorios en las redes sociales.
Sin embargo, a juicio de esta abogada, el aumento de las denuncias por mensajes de odio revela también que la población gitana está cada vez más sensibilizada y ya no se calla cuando es objeto de un discurso ultrajante y degradante.
Secretariado Gitano también elabora un informe con las informaciones publicadas en medios de comunicación en los que se hace una mención discriminatoria o vejatoria de las personas gitanas, sobre todo en noticias de sucesos. “No es un discurso de odio, pero es una mala praxis periodística que, además, puede provocar mensajes de odio en los comentarios que hacen los lectores de esa información”, explica Selene de la Fuente. Y subraya: “rechazamos la mención a la etnia cuando la noticia está relacionada con un ilícito penal o sobre situaciones de violencia, porque eso no aporta ninguna información relevante. Y así se lo hacemos ver a los medios para que lo cambien”.
Bulos por el joven muerto electrocutado en Sevilla
La difusión de bulos antigitanos tras la desaparición del joven cordobés Álvaro Prieto en Sevilla ha vuelto a encender las alarmas por la asidua propagación de estos discursos de odio. Agitadores con muchos seguidores en las redes y en canales de mensajería instantánea con ideología de ultraderecha hicieron circular mensajes en los que lanzaban como hipótesis de la desaparición del joven que había sido asesinado tras haber estado esa noche con una chica cuyo novio era gitano. Incluso después de que apareciera el cadáver y se supiera que había sufrido una electrocución, siguieron poniendo en duda la versión oficial de lo sucedido para alimentar la sospecha de un crimen.
Uno de los que difundió esos mensajes fue Vito Quiles, al que el portavoz del grupo socialista en el Congreso, Patxi López, se negó a contestarle en una rueda de prensa por considerarlo “un racista”. El otro fue Luis Alvise, quien ejerció como jefe de gabinete del grupo de Ciudadanos en Valencia con Toni Cantó y ha llegado a colaborar con la organización ultracatólica Hazte Oír.
La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Fakali ha denunciado esos bulos en la Fiscalía General del Estado por un posible de delito de incitación al odio, aunque aún no ha recibido ninguna comunicación al respecto. Esta organización también está a la espera de la resolución de la denuncia que presentó, igualmente ante la fiscalía, contra la abogada gallega Begoña Gerpe por el contenido “antigitano” de un vídeo que colgó en la plataforma de Youtube el pasado mes de marzo y que ha tenido más de 209.000 visualizaciones y 2.825 comentarios.
El vídeo, de 12 minutos de duración, se titula “la manada de Badalona, de la que Irene (por la ministra de Igualdad) no habla”, y en él la abogada Begoña Gerpe dice que conoce a la población gitana porque ha vivido en un barrio con “muchos gitanos” y ha estudiado en un colegio con mayoría de niños gitanos.
La abogada que entrevistó a Abascal en su canal de Youtube
“Si te llevas bien con ellos, no tienes problemas. Pero nunca te van a considerar uno de ellos”, afirma la abogada, quien en su canal de Youtube, con 355.000 suscriptores, ha colgado una entrevista con el líder de Vox, Santiago Abascal, que se jacta de que su madre es una fan de la letrada. Gerpe comenta también que una de cada tres reclusas es gitana, que es una comunidad que no se integra y recibe ayudas públicas que al resto no le conceden.
Entre los comentarios de las personas que han visto el vídeo hay algunos muy elocuentes: “soy taxista y la mayoría de nuestro gremio no entra en su barrio”, dice uno; “trabajé como maestra interina en un colegio de Getafe con un alto porcentaje de gitanos y esos meses fueron un auténtico infierno”, comenta otra. “Lo de los gitanos es una pasada, ayudas por hijos, por casa, por ser madre soltera, electricidad… Viven mejor que nosotros”, se explaya otro.
La Fiscalía Provincial de A Coruña, según Fakali, entiende que existe la concurrencia de posibles indicios de un delito de odio y ha decretado la apertura de una investigación procesal, para lo cual el pasado abril requirió a la Brigada de Información de la Guardia Civil en esa provincia la realización de las comprobaciones necesarias para la investigación de los hechos y la determinación de la autoría.
Beatriz Carrillo, presidenta de Fakali, considera que todos estos discursos “se convierten en la violencia del mañana”, incidiendo de una “manera muy negativa” en la población gitana y hundiendo su autoestima con unos mensajes que intentan proyectar estereotipos y prejuicios sobre esta comunidad en toda la sociedad.
Carillo, que fue diputada durante dos legislaturas con el PSOE y ponente de la Ley integral para la Igualdad de trato y no discriminación, aprobada en julio de 2022, se queja de la falta de apoyo para poner fin a los mensajes y actitudes racistas con la población gitana. “No puede ser que los gitanos solo estén en boca de los racistas. Parece que para la izquierda progresista no existimos. El cultivo de todo esto viene sembrándose desde hace años y ahora no nos puede sorprender que la extrema derecha esté en las instituciones”, subraya.
La presidenta de la Fakali habla de un “sentimiento de orfandad” de la población gitana ante la falta de intervención de los poderes y administraciones públicas contra los ataques y linchamientos que sufren en las redes sociales, o la discriminación que padecen en el acceso a la vivienda o el empleo.
La Autoridad Independiente prevista en la ley no se ha nombrado
La Ley de Igualdad de Trato, que establece la inclusión del antigitanismo como delito específico dentro del Código Penal, dispone también la creación de una Autoridad Independiente para hacer cumplir la norma e imponer las sanciones previstas por su vulneración. Organizaciones como la Fundación Secretariado Gitano y Fakali se quejan, sin embargo, de que esa autoridad aún no ha sido nombrada y, por tanto, denuncian una preocupante falta de desarrollo de la ley, que califican de “histórica”, más de un año después de su aprobación y nueve meses después de que se cumpliera el plazo previsto para constituirla.
“La Autoridad Independiente tendría que haberse creado en enero y aún no se ha hecho nada, así que la ley está coja y pierde eficacia, porque no se han podido imponer las sanciones previstas por la vía administrativa”, explica Selene de la Fuente.
Tal como dispone la ley, la Autoridad Independiente para la Igualdad de Trato y la no Discriminación será nombrada por el Gobierno, mediante real decreto, entre personalidades de reconocido prestigio en la defensa y promoción de la igualdad de trato y la lucha contra la discriminación. Y su mandato será de cinco años, sin posibilidad de renovación. La cuantía de las sanciones previstas que podrá imponer, cuando no concurra un delito, van desde los 300 hasta los 500.000 euros.
En su artículo 22, la ley dispone también que las administraciones públicas, en el ámbito de sus competencias, promoverán la adopción de acuerdos de autorregulación de los medios de comunicación social, publicidad, internet, redes sociales y las empresas de tecnologías de la información y comunicación, que contribuyan al cumplimiento de la legislación en materia de igualdad de trato y no discriminación e intolerancia, así como a la promoción de una imagen no estereotipada.
Tanto Fakali como Secretariado Gitano consideran esencial fomentar la formación de jueces, fuerzas de seguridad y funcionariado de las administraciones competentes para que conozcan y comprendan las implicaciones del Derecho antidiscriminatorio y las disposiciones sobre infracciones y sanciones en sus ámbitos de actuación. “Hay que formarles sobre las consecuencias tan nefastas de estos mensajes y actitudes contra la población gitana”, recalca Beatriz Carrillo.
El último balance del Servicio para la Asistencia y Orientación a Víctimas del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica, que depende del Ministerio de Igualdad, registró en 2022 un total de 1.570 incidentes discriminatorios entre colectivos e individuales, la mayoría de los cuales eran personas gitanas (29%).
