ROSALINA MORENO. EL CONFIDENCIAL.- El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha documentado un total de 72 actos de apoyo a terroristas de ETA a lo largo del pasado mes de mayo en su Observatorio de la Radicalización, un espacio en la web del colectivo en el que desde 2016 se registran todos los actos relacionados con la radicalización violenta en el ámbito del terrorismo de ETA.
Según informa, esta cifra “dobla al mes con mayor número de actos de este tipo desde 2016, que había sido junio de 2018, con 31 actos contabilizados”.
A lo largo de todo 2019 registró 108.
Covite precisa que del total de actos contabilizados en mayo, 35 han tenido lugar en Vizcaya; 20 en Guipúzcoa; 13 en Navarra y 4 en Álava.
En cuanto a la tipología de los actos, Covite ha documentado 34 ataques a sedes de partidos políticos en forma de pintadas y pancartas; 33 manifestaciones en las que “se ha reclamado de forma explícita la amnistía de los etarras presos”; y otros 5 actos que ha categorizado como “otros actos” como son, por ejemplo, la quema de un cajero en la localidad vizcaína de Ea, el ataque a un autobús en Azpeitia o el acoso en el domicilio particular de Idoia Mendia.
“El origen del aumento de todos estos actos de apoyo a etarras está en la huelga de hambre iniciada por el etarra preso Patxi Ruiz el pasado 11 de mayo”, explica Covite.
Indica que “tanto la izquierda abertzale como las Fuerzas de Seguridad coinciden en señalar que quien está detrás de todos estos actos es ATA, un grupo disidente de ETA que no estuvo a favor de la disolución de la banda terrorista”.
La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, hermana del concejal del PP vasco Gregorio Ordóñez asesinado por ETA el 23 de enero de 1995 en San Sebastián, denuncia que a lo largo de la última década “los esfuerzos de prevención de radicalización, incluido el Plan Nacional de Prevención, se han centrado en el yihadismo y han ignorado el principal foco de radicalización que teníamos y tenemos en España, que es el ultranacionalismo vasco existente en el País Vasco y en Navarra”.
Covite hace hincapié en que abordar la radicalización violenta abertzale es “una urgencia, una necesidad imperiosa”.
“Como no se ha prevenido, ahora toca acabar con ella, frenarla”, señala Ordóñez.
Lamenta que “se hayan perdido unos años clave para afrontar este problema, con una disidencia de ETA durmiente a la que se debería haber vigilado más y mejor”.
“Ahora que ha despertado, hemos comprobado que esta disidencia tiene más seguidores de los que creíamos y más capacidad de movilización de la que esperábamos”, apunta Ordóñez.
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo reclama “que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad investiguen y detengan a los responsables del acoso en forma de pintadas y pancartas amenazantes en las sedes partidos políticos”.
‘ESPAÑA ES EL ÚNICO PAÍS DE LA UE EN EL QUE SE HOMENAJEA A TERRORISTAS ORGULLOSOS DE SU PASADO’
Covite vuelve a insistir, como lleva haciendo varios años, que “España es el único país de la Unión Europea en el que se homenajea y se muestra apoyo y gratitud públicamente a terroristas sanguinarios orgullosos de su pasado criminal, con el riesgo que entraña para las nuevas generaciones y para construir un futuro libre de violencia”.
“El culto al terrorista es el pan de cada día en las calles del País Vasco y Navarra debido a la inacción de las instituciones y a la pasividad de la Justicia. ¿Acaso vemos en Francia a miles de personas en las calles pidiendo la excarcelación de terroristas yihadistas?”, lamenta Consuelo Ordóñez.
Señala que “las calles y los espacios públicos en Euskadi y Navarra siempre han sido un escaparate de las reivindicaciones de la izquierda abertzale” y que “centenares de jóvenes están creciendo con la idea de que los etarras son héroes”.
“Reivindicar la amnistía para quienes están en la cárcel por crímenes gravísimos podrá ser legal, pero es un claro síntoma de anormalidad moral y democrática”, manifiesta.
Apunta que “quienes más han contribuido a esta radicalización son los líderes de la izquierda abertzale que denominan ‘presos políticos’ a los asesinos”. “Las víctimas no nos vamos a acostumbrar nunca a esta provocación de Arnaldo Otegi”, agrega.
Covite relaciona la radicalización violenta ultranacionalista con “más de cincuenta años de odio transmitido de generación en generación hacia todo aquel que no comparta el pensamiento fanático de la izquierda abertzale”.
“Los terroristas de ETA y los políticos que colaboraron con ellos generaron consciente y calculadamente una extraordinaria red de gente fanatizada que no se ha disuelto”, advierte la presidenta de Covite.
Denuncia que “aunque ETA ya no mate, las ideas que llevaron a los etarras a matar siguen ahí, asumidas por una parte de la población del País Vasco y de Navarra”.
Ante esta situación, reclama a las instituciones, sobre todo a las vascas y navarras, una “mayor firmeza y determinación” para abordar este problema.
“Se debe pasar de las declaraciones institucionales de condena de estos actos a planes concretos de prevención de la radicalización”, reivindica Covite.
“Urge que las instituciones impulsen políticas pedagógicas de deslegitimación del terrorismo y del proyecto político de ETA. Esta es la verdadera cuestión sensible para disminuir la radicalización y normalizar la democracia y la convivencia en el País Vasco y en Navarra”, manifiesta Consuelo Ordóñez.
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo invoca el artículo 4 de la Ley vasca 4/2008 de reconocimiento y reparación a las víctimas del terrorismo, que “obliga a las instituciones a prevenir los actos que ensalcen el terrorismo o humillen a las víctimas”.
Apunta que la normativa aprobada el 19 de junio de 2008 establece que “los poderes públicos velarán para que las víctimas sean tratadas con respeto a sus derechos, para ello adoptarán las medidas apropiadas para prevenir y evitar la realización de actos efectuados en público que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares, exaltación del terrorismo, homenaje o concesión pública de distinción a los terroristas”.
Asimismo, recuerda que en diciembre de 2018, el Parlamento Europeo aprobó por mayoría el informe de conclusiones de la Comisión Especial de Terrorismo y se instó a los países miembro de la UE a prohibir los homenajes a terroristas y proteger a las víctimas.
Consuelo Ordóñez, que es abogada y ha dedicado gran parte de su vida en la lucha contra ETA y su entorno, y la defensa de los derechos de las víctimas del terrorismo (memoria, verdad, dignidad y justicia), advierte que mientras se sigan defendiendo valores antidemocráticos en las instituciones y en las calles, “nuestra libertad seguirá secuestrada”.
“Mientras no hayamos ganado la batalla de la libertad, de la educación en valores y enseñemos la historia reciente que ha vivido este país, ¿quién nos garantiza que ésta no vuelva a repetirse?”, señala Ordóñez.
El 28 de noviembre de este año se cumplirán 22 años del activismo de Covite combatiendo el terrorismo con la palabra.