El líder laborista aseguró que se han tomado medidas «rápidas y efectivas» contra quienes han mostrado actitudes antisemitas
IVANNIA SALAZAR. ABC.- «No hay lugar para el antisemitismo dentro del laborismo». Así de claro ha sido Jeremy Corbyn durante una entrevista con la BBC tras las acusaciones del rabino Ephraim Mirvis en las que afirmaba en el periódico «The Times» que «el veneno del antisemitismo ha echado raíces» en el Partido Laborista. Corbyn no solo rechazó las afirmaciones del líder judío y se negó a pedir disculpas hasta en cuatro ocasiones, sino que aseguró que se han tomado medidas «rápidas y efectivas» contra quienes han mostrado actitudes antisemitas.
En el artículo del periódico, Mirvis pidió a la gente que «vote con su conciencia» en las elecciones del próximo 12 de diciembre y explicó que los judíos están preocupados por un eventual gobierno de Corbyn, que no ha sabido atajar el problema a tiempo dentro de la formación. Cuando se le preguntó al líder laborista si lamentaba no haber hecho lo suficiente, respondió que los procesos internos para lidiar con el antisemitismo estaban «constantemente bajo revisión» y que si gana las elecciones, las puertas de Downing Street estarán abiertas a todos los líderes religiosos que quieran discutir sus preocupaciones. «Desde que me convertí en líder del partido, hay procedimientos disciplinarios que no existían antes. Cuando las personas han cometido actos antisemitas, las expulsan del partido o las suspenden… Quiero vivir en un país donde las personas respeten las creencias de los demás y se sientan seguras de ser judías, musulmanas, hindúes o cristianas», afirmó.
Durante el lanzamiento del manifiesto «Raza y Fe» de los laboristas el martes, Corbyn fue categórico: «Solo quiero dejar esto muy claro: el antisemitismo en cualquier forma es vil e incorrecto. Es un mal dentro de nuestra sociedad, es un mal que creció en Europa desde la década de 1920 y que finalmente condujo al Holocausto».
La polémica viene de tiempo atrás. La formación que preside Corbyn ha sido acusada de antisemitismo durante más de tres años, e incluso varios políticos judíos, como Luciana Berger y Louise Ellman, abandonaron el partido luego de ser objeto de «abuso antisemitas» en las redes sociales. Ellman ha dado la razón al rabino ya que la situación que enfrentan los judíos británicos, en su opinión, es «grave». «No tiene precedentes que un partido político importante, un partido potencial del gobierno, perpetúe el antisemitismo», señaló a la Radio 4 de la BBC. La Comisión de Igualdad y Derechos Humanos de la formación está investigando actualmente las denuncias internas de antisemitismo.