(EFE).- Grecia sigue recibiendo aluviones de quejas por parte de relatores internacionales y ONG por el trato que ofrece a los refugiados mientras el Gobierno heleno saca pecho por su gestión y califica las acusaciones como «falta de respeto».
La última en denunciar esta situación ha sido la Relatora Especial de la ONU Mary Lawlor quien, tras pasar diez días visitando el país, manifestó su sorpresa y su preocupación en una rueda de prensa.
«El enfoque actual del Gobierno se define por su encuadre de la migración como una cuestión de seguridad y prevención”, dijo Lawlor, y añadió que esa política provoca que refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes corran el peligro de ser criminalizados.
Este enfoque, centrado más en la seguridad que en la ayuda humanitaria, comenzó a cambiar en 2019 debido a unas circunstancias geopolíticas delicadas que se unieron a la falta de apoyo por parte de la Unión Europea, opinó la relatora.
Esto ha llevado a que, según ha podido averiguar, los defensores de los derechos de los refugiados sean etiquetados como «traidores», «enemigos del Estado», «agentes turcos» o «contrabandistas», tanto en medios de comunicación públicos y privados.
Lawlor también se quejó del trato a los periodistas que contradicen la narrativa del Gobierno en materia de refugiados, y aseguró que se les dificulta el acceso a fuentes informativas e incluso pueden enfrentarse a amenazas y acusaciones.
Por su parte, el Ministerio de Migración heleno agradeció en un comunicado que la relatora reconociese la complicada situación que vive el país, pero desmintió las acusaciones realizadas por Lawlor.
Sin embargo, son múltiples los organismos y ONG que han recogido casos de maltrato y devoluciones ilegales.
El informe más reciente lo publicó el Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos de los migrantes, Felipe González Morales, quien manifestó su preocupación por el hecho de que las «devoluciones en caliente en las fronteras terrestres y marítimas se han convertido en la política general de facto».
De acuerdo a este informe, durante el período 2020-2021 -según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR)- al menos 17.000 personas habrían sido devueltas por la fuerza, de manera oficiosa, a Turquía.
Además, Grecia disuadió a más de 140.000 personas de entrar en el país entre abril y noviembre de 2021.
En los últimos meses es muy común que los migrantes queden atrapados en islotes del río Evros.
Ayer mismo el Consejo Heleno para los Refugiados emitió un comunicado en el que informaba sobre un grupo de 35 refugiados sirios, entre los que se encuentran 15 niños, que lleva atrapado una semana en un islote del río Evros sin acceso a comida, agua ni ayuda humanitaria.
La organización insta a las autoridades a rescatar a este grupo de refugiados y a cumplir con una nueva orden cautelar del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que se ha pronunciado por enésima vez al respecto en los últimos meses.
