El Periódico.– El certificado de vacunación que prepara la Unión Europea puede ser discriminatorio entre quienes han recibido el fármaco contra el covid-19 y quienes no lo han hecho, si los primeros tienen acceso a ciertos servicios y no los segundos, advirtió hoy la secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejcinovic Buric.
«Cuando se trata de los certificados de vacunación o pasaportes, es entendible que la gente busque la manera de vivir su vida de forma más normal, pero las diferencias injustificadas en el tratamiento de las personas basadas en su estatus sanitario puede comportar discriminación», dijo Pejcinovic Buric durante un seminario organizado por el Centro Europeo de Estudios Políticos (CEPS). «¿Pueden los gobiernos extender certificados de vacunación que permiten cruzar fronteras específicas solo a los que han sido inoculados?» se preguntó retóricamente la secretaria general del Consejo de Europa, la organización creada en 1949 tras la Segunda Guerra Mundial para promover la paz y la democracia en el continente.
«¿Y pueden (los gobiernos) establecer certificados de vacunación que permitan a quienes han recibido la vacuna acceso a ciertos espacios (…) como restaurantes, cines o acontecimientos deportivos?», continuó, en un seminario para analizar el impacto de la pandemia en la protección de los derechos humanos. En su opinión, se trata de «un equilibrio complejo y delicado» de alcanzar, de un «debate vivo» en el que, en última instancia, los temas relacionados con la Covid-19 podrían acabar ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Incentivo para viajar
La Comisión Europea aprobó el certificado de vacunación con la intención de tenerlo listo en junio, para promover los viajes durante las vacaciones de verano.
El Parlamento Europeo, que votará este miércoles su postura sobre el certificado, quiere que el documento exima a quienes se han vacunado de la obligación de guardar cuarentenas, así como que las pruebas PCR que deberán hacerse quienes no hayan recibido el fármaco sean gratuitas.
Sin embargo, el Consejo de la UE -que representa a los gobiernos- quiere que el documento no sea un pasaporte que permita la libre circulación en el espacio Schengen y que los países puedan imponer cuarentenas si lo creen necesario a todas las personas que entren en su territorio, independientemente de si se han vacunado o no.
Ambas instituciones deberán encontrar un compromiso para que el certificado de vacunación entre en vigor.