Amigos, familiares y usuarios de las redes sociales han pedido que se clasifique el asesinato como un crimen de odio por orientación sexual
INFOBAE.- Los asistentes al panteón «Gregorio Vidal Alor» del municipio de Acayucan, Veracruz, encontraron el cuerpo semidesnudo y lapidado de un joven de 21 años, identificado como Miguel Ángel Medina.
Sus restos fueron hallados el 10 de agosto, a un día de haber sido declarado desaparecido, y al parecer se trató de un crimen de odio por su orientación sexual.
Según medios locales, habría sido apedreado en la cabeza, y pudo haber sido víctima de abuso sexual; el short de mezclilla y su ropa interior estaban hasta abajo de la rodilla y él, boca abajo sobre una lápida del panteón.
Morir (ser asesinado) lapidado. Miguel Ángel Medina, tenía 21 años. Un crimen de odio; uno más en un país con tanto odio, homofobia y discriminación. Esto también es México. El México del 2019.
Elementos de la Policía Ministerial llegaron al panteón después del reporte de quienes descubrieron el cuerpo. El cadáver fue trasladado al Servicio Médico Forense para realizar la autopsia de ley.
La Unidad Integral de Procuración de Justicia abrió una carpeta de investigación por homicidio. Con base en los peritajes, se determinará si hubo una agresión sexual contra el joven.
Amigos, familiares y usuarios de las redes sociales han pedido que se clasifique el asesinato como un crimen de odio por orientación sexual.
La Unidad Integral de Procuración de Justicia descartó que se haya tratado de un robo, pues el cuerpo del joven estaba junto a sus pertenencias.
Mueren por ser diferentes
«De enero de 2013 a diciembre de 2017, al menos 381 personas LGBT, o percibidas como tales, fueron asesinadas en México», según datos de la organización Letra S Sida, Cultura y Vida Cotidiana A.C.
Las mujeres trans son las más afectadas, con 209 asesinatos, un 55% de los casos. Hombres gay les siguen con 158 asesinatos, el 41% de los registros. El promedio general de edad de las víctimas fue de 35 años.
«En cuanto a la actuación de las fiscalías y procuradurías estatales, sobresale la poca relevancia que otorgan a la orientación sexual y a la identidad de género de las víctimas, pues sólo en el 10% de los casos se menciona al crimen de odio como posible línea de investigación. Policías, agentes ministeriales, fiscales y jueces suelen compartir los mismos prejuicios hacia las personas LGBT que los homicidas», informó la organización mexicana.